Entrar al Polígono Industrial del Tarajal se ha convertido en un batalla contra los malos olores, debido a la basura que se acumula a lo largo, ancho y alto de todo el recinto comercial. Las quejas de los comerciantes en este sentido se vienen repitiendo años sin que logren nada más allá de compromisos que mueren al mismo tiempo que las imágenes de la basura desaparecen de la prensa y dejan de sonrojar a los responsables de que el polígono se mantenga limpio.

2008 comenzó con un cambio en los encargados de la recogida de desperdicios, ya no sería una labor de Urbaser sino de Obimace, con una dotación de más de cuarenta personas que a diario acuden a limpiar el polígono. Sin embargo, entrar al Tarajal es toda una aventura.

Ayer lunes, alrededor de las 10.00 horas, cuando los empleados de Obimace llevaban casi dos horas trabajando, el aspecto de las calles del Tarajal era "lamentable". Las montañas de cartón tenían tomado el recinto, taponando las alcantarillas y convirtiendo el suelo en una pista deslizante debido a la lluvia y a la masa que ésta había formado en contacto con el cartón.

Esta situación provocó la intervención de los bomberos a media mañana que fueron requeridos en el polígono ante el inicio de inundación provocado por la intensa lluvia y el taponamiento de las alcantarillas.

"El problema es que aunque los muchachos de Obimace intenten trabajar no tienen medios. Disponen de dos vehículos ‘dumper' para todo el polígono lo que hace que la recogida del cartón vaya tan despacio que para cuando terminan tengan que volver a empezar desde el principio", explica el presidente de la Asociación de comerciantes, Mohamed Ahmed.

Pero el problema no reside tan solo en la lenta recogida de la basura sino en que ésta, una vez retirada de las calles del Tarajal, se acumula en un solar a la entrada de polígono, lo que se está convirtiendo en un vertedero incontrolado, a pesar del cartel que prohíbe verter residuos.

Las montañas de desperdicios superan la altura de una persona y crecen a diario. "El olor es ya insoportable y existe un gran riesgo de que cualquier imprudencia o despiste provoque un incendio", advierte Mohamed Ahmed.

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