El presunto miembro de ETA, Igor Portu, ya ha recibido el alta y ha abandonado el hospital Donostia de San Sebastián camino de un centro penitenciario guipuzcoano, un día después de que el juez de la Audiencia nacional Fernando Grande-Marlaska pidiera para él prisión incondicional, según revela RNE.

Portu está acusado de participar en el atentado de Barajas del 30 de diciembre de 2006 en el que murieron dos personas y que supuso el fin del alto el fuego anunciado por ETA. Además, el magistrado de la Audiencia Nacional le imputa los delitos de integración en organización terrorista y  de estragos por los daños causados en la terminal del aeropuerto madrileño.

El presunto etarra permanecía hospitalizado debido a las lesiones que presentaba a raíz de su arresto, entre ellas una fractura de costillas, un derrame pleural y un enfisema subcutáneo que iba desde la región cervical hasta la pelvis. La importancia de las contusiones obligó a que Portu ingresara en la Unidad de Cuidados Intensivos, que abandonó este jueves.

Ese mismo día fue interrogado por Grande-Marlaska, pero no respondió a ninguna de sus preguntas.

Protestas por las lesiones

Las heridas sufridas por el presunto etarra han provocado la queja del sindicato ELA, que ha denunciado que "existen las torturas" y que estas "no son esporádicas".

El sindicato celebró el jueves una protesta en la plaza Moyua de Bilbao bajo el  lema "Abertzale eta langile garelako, ez gaude ados. Torturarik ez" ("Porque somos abertzales y trabajadores, no estamos a favor, tortura no").