Desde hoy, ya puede visitarse el Museo de Bellas Artes de Granada en el Palacio de Carlos V, el primer museo público español, inaugurado en 1839, con obras incautadas a órdenes religiosas en la Desamortización de Mendizábal.

El Ministro de Cultura, César Antonio Molina, y la consejera de Cultura, Rosa Torres, hicieron ayer los honores en la reapertura oficial y desde hoy, ya pueden asistir visitantes de 9 a 18 horas, y de 9 a 14.30 los domingos.

Las obras comenzaron en 2003 aunque el Museo en este tiempo no ha estado totalmente cerrado, a pesar de que su colección no estuviera abierta al público. La actividad del recinto se ha centrado en programas con escolares y exposiciones temporales como Las horas invisibles de Bill Viola.

Los fondos del museo han sido ampliados con nuevas adquisiciones o depósitos de obras de artistas como Santiago Rusiñol, Mariano Fortuny o José Guerrero, entre otros, y muchas de las piezas que integraban la colección  han sido restauradas. Algunas de las obras no se han expuesto en los últimos años y ahora han pasado a formar parte de la nueva exposición permanente que cuenta con 124 obras seleccionadas entre las 2.000 que posee el museo. Entre ellas destaca el Bodegón con cardo y zanahorias, una obra de Juan Sánchez Cotán del siglo xvii, emblema del museo.

Las salas han sido acondicionadas (hay nueve en total) con mejoras en el terreno de la iluminación, la climatización, el mobiliario o la accesibilidad.

Para una Alhambra sin barreras

Con el Museo de Bellas Artes renovado, la Alhambra estudiará cómo hacerse accesible.

Acondicionar y mejorar accesos al monumento nazarí para personas con discapacidad es el objetivo del informe de viabilidad, presupuestado en 89.000 euros, que ha puesto en marcha el Patronato de la Alhambra. Un estudio que elaborarán arquitectos especializados en accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Actualmente, el recinto cumple la legalidad al tener un 10% de su espacio adaptado a discapacitados, pero la voluntad del Patronato es hacer accesible la mayor parte de sus instalaciones, para no privar a ningún visitante del placer de pasear por sus palacios y jardines.