Los afectados por la explosión de gas en Santa Coloma tendrán pisos en 18 meses

  • La empresa municipal Gramepark ha iniciado las obras de construcción de la Torre Sònia.
  • Se levantará un edificio de nueve plantas con 28 viviendas de unos 85 metros cuadrados.
  • El bloque se ubicará en la Rambla del Fondo 66.
El nuevo proyecto de la Torre Sònia, las viviendas destinadas a las familias afectadas por la
explosión de gas en el barrio de Fondo de
Santa Coloma de Gramenet ocurrida el 12 de enero de 2006, estará finalizado previsiblemente en 18 meses, a mediados de 2010.

El alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, ha anunciado la reanudación de las obras y ha destacado la importancia de poder llevar a cabo el proyecto
sin "ninguna financiación exterior" y sin que suponga "ningún coste ni para los afectados ni para el Ayuntamiento".

La empresa municipal Gramepark ha iniciado ya las obras de construcción de la Torre Sònia, después de que el
proyecto inicial de esta edificación fuera suspendido porque las indemnizaciones "no cubrían el gasto total del bloque".

El nuevo proyecto prevé
una vivienda más por planta y una "amplificación de conjunto que servirá para un mejor aprovechamiento del terreno", según ha explicado el portavoz de la comisión de vecinos afectados, Ángel Moratilla.

En total, se levantará un edificio de nueve plantas con
28 viviendas de unos 85 metros cuadrados útiles, dos terrazas, un trastero y una plaza de aparcamiento, mientras que en la planta baja se habilitarán cuatro locales comerciales.

De los 28 pisos,
19 serán para los afectados por la explosión de gas ocurrida hace dos años y el resto de
venta libre, lo que, según el alcalde Santa Coloma, "permitirá cubrir los gastos de la construcción".

Esta propuesta fue presentada por el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet a través del proyecto elaborado por la empresa municipal, y ha sido aprobado por unanimidad por las familias afectadas.

El bloque se ubicará en
la Rambla del Fondo 66, donde se produjo la explosión de gas.

La Torre Sònia -llamada así en recuerdo a una de las víctimas mortales de la explosión, Sonia Madrid- ha sido el resultado de 5 meses de negociaciones entre el consistorio colomense y los afectados.
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