La decisión fue tomada en un encuentro presidido por el primer ministro provisional, Mohammamian Soomro, quien aseguró que por el momento, la fecha electoral se mantiene según lo previsto.

Soomro había condenado este jueves el atentado contra Bhutto, en el que, según datos del diario The News, murieron otras 28 personas y 100 más resultaron heridas.

"El Gobierno usará todos los medios para desenterrar esta conspiración contra Pakistán", dijo Soomro en un discurso dirigido al país.

Por su parte, la oposición ya ha informado de que, de celebrarse las elecciones, boicoteará los resultados.

Llamamiento a la calma

El primer ministro pidió a los paquistaníes que mantengan la calma, aduciendo que la inestabilidad podría dificultar la investigación y beneficiar de hecho a los responsables del ataque.

Según la Policía, Bhutto, tras un discurso, abandonaba en auto el Parque Liaqat de Rawalpindi, una ciudad vecina a Islamabad, cuando fue tiroteada por un atacante, quien acto seguido hizo estallar la carga explosiva que llevaba consigo.

El cadáver de la dirigente, que será enterrada en el mausoleo familiar, se encuentra ya en su localidad natal, Garhi Khuda Baksh, situada en la provincia sureña del Sindh.

La muerte de Bhutto ha desencadenado los primeros episodios violentos en las calles paquistaníes, donde los disturbios se han cobrado ya la vida de catorce personas según los medios locales.