La estación de Barberà es una de las más problemáticas. Los usuarios deben subir y bajar escaleras para coger el tren. No hay ascensor ni escaleras mecánicas. Sólo hay una rampa, demasiado empinada, en una entrada. 

 

Una de las viajeras de Renfe, Pura Rodríguez, afirma: «Es muy molesto tener que subir y bajar las escaleras». Concepción García, cargada con equipaje, dice: «Por suerte no voy siempre con la maleta, la estación está muy mal».

 

Ana Ferrés va cada día a Barberà con su bebé en un cochecito: «Las escaleras son imposibles. Tiene guasa». Para evitarlas puede dar un rodeo por un parking y pasar por una zona boscosa. Pero  para cambiar de vía tiene que bajar 24 escalones y subirlos otra vez. Las quejas han llegado al Ajuntament, quien dice que está esperando el proyecto de Renfe para adecuar la estación.

 

Pero según la compañía, «no se prevé de un modo inmediato una reforma de la estación».

 

 

Para llegar a la vía en las tres estaciones de Renfe de Sabadell es obligatorio salvar un tramo con escaleras, y en Santa Perpètua de Mogoda se repite la misma situación. Precisamente, el presidente de la Associació de Disminuïts de Santa Perpètua, Francisco José Martínez, reclama que las estaciones «deben ser totalmente accesibles para personas con silla de ruedas o con movilidad reducida desde cualquier punto del municipio».

 

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