El fiscal solicitó esta sentencia en el cuarto día del juicio en Yamena contra seis miembros del grupo humanitario francés El arca de Zoé, que fueron detenidos el pasado octubre cuando intentaban sacar por avión del país a niños de entre uno y diez años para llevarlos a Europa. El Gobierno de Chad ha dicho que los seis cooperantes, que han sido juzgados junto a tres chadianos y un sudanés acusados de cómplices,

Los fiscales alegaron que engañaron a los padres, procedentes del este de Chad, para que les entregasen a los menores con promesas de escolarizarles en el país.

Los seis, que rechazaron los cargos de secuestro y fraude que pesan sobre ellos, dijeron que creían que los niños eran huérfanos de la guerra en la vecina región sudanesa de Darfur y que intentaban dar a los niños en custodia a familias europeas.

Por ello han culpado a sus intermediarios locales de engañarles sobre la identidad de los niños, de quienes las autoridades chadianas y de Naciones Unidas dijeron que la mayoría no son huérfanos y que proceden de pueblos del este de Chad, zona limítrofe con Darfur.

Fuerte presión popular

El Gobierno del país centroafricano se enfrenta a una fuerte presión popular para que castigue a los miembros de El arca de Zoé, pero existe una creencia generalizada de que un acuerdo diplomático entre París y Yamena conseguirá pronto devolver a los acusados a Francia.

Esto se podría hacer o bien a través de acuerdos judiciales bilaterales o por un indulto del presidente chadiano Idriss Deby.

Francia es un aliado de Deby y tiene un contingente militar desplegado en el país que ha estado apoyando a las fuerzas gubernamentales en contra de los rebeldes contrarios al presidente en el este.