A consecuencia de la protesta, cientos de coruñeses vivieron otra mañana de colapso, que llegó sin avisar. La concentración, anunciada con poca antelación, comenzó a las 12.00 h. Media hora después los afectados estaban en la calzada, tras una decisión improvisada.

Minutos antes, la Policía Nacional había cargado contra los percebeiros y marineros a las puertas de la sede del Puerto. La actuación («desproporcionada», según el colectivo) dejó un herido leve y varios contusionados.

Zona de paso

En una zona de paso para gran parte de las líneas de bus de la ciudad, que empiezan y terminan ruta en Puerta Real, Alférez Provisional se convirtió de este modo en la única alternativa para acceder al centro. Usuarios del transporte público y conductores quedaron atrapados en una vía que se congestionó en minutos, según el 092.

Mientras, los afectados reclamaban un encuentro con el presidente del Puerto y el director de Recursos Marítimos, que participaban en el  consejo de administración. Bengalas, petardos y una segunda carga policial acompañaron sus reivindicaciones hasta las 14.45 h, cuando los antidisturbios disolvieron la manifestación.

En mitad del atasco

Jesús Rodríguez, taxista. «El colapso sigue después de la protesta». La verdad es que yo intento tomármelo con tranquilidad, porque te quedas auténticamente embotellado. Y un colapso no se soluciona así como así, es muy molesto.

Jesús Rodríguez, taxista. «El colapso sigue después de la protesta». La verdad es que yo intento tomármelo con tranquilidad, porque te quedas auténticamente embotellado. Y un colapso no se soluciona así como así, es muy molesto.

José Manuel García, trabajador. «Pierdes más de media hora de jornada». Vengo con la furgoneta desde Ferrol, y al margen de pasar el follón de tráfico, luego hay que aparcar. Y ya he padecido varios colapsos para entrar en la ciudad.

Un conflicto que ya se prolonga más de tres años

Cerca de 200 afectados. Xunta, Parlamento gallego y Congreso han dado la razón a los afectados por el puerto exterior, que agrupa a unas 200 personas entre marineros y percebeiros, aunque ninguno de ellos ha recibido indemnizaciones por las obras que se llevan a cabo en punta Langosteira.

Según un estudio elaborado por la Universidad de Santiago, las pérdidas que ocasionará al colectivo el nuevo puerto, que se levantará sobre su antiguo lugar de trabajo, están cifradas en 27 millones de euros.

Ayer, el representante legal de los afectados, Paulo Carril, anunció denuncias por la actuación policial y «nuevas movilizaciones».