Regreso de Companys del penal de Santa María (Cadis), marzo del 1936. Centelles consiguió realizar y difundir un número considerable de imágenes con capacidad icónica de la época que le tocó vivir. En esta instantánea supo extraer la determinación torturada del rostro y la gestualidad del presidente Lluís Companys a su regreso a Barcelona después de ser liberado de la cárcel gaditana de Santa María tras la victoria del Frente Popular.

Guardias de asalto en la calle Diputación, Barcelona, 19 de julio de 1936. Ésta, la fotografía más conocida de Centelles, retrata a unos guardias de asalto parapetados detrás de unos caballos muertos. La imagen se convirtió en símbolo de la resistencia en las calles de Barcelona contra el golpe de Estado del general Franco. Varios periódicos de la época, incluidas publicaciones extranjeras como la francesa Paris-Soir o la americana News-Week, la reprodujeron en sus portadas.

Teruel, Frente de Aragón, 1938. Por instantáneas como ésta, Agustí Centelles forma parte de la generación Leica, la de los reporteros que, gracias al ague de las revistas ilustradas, consiguieron inscribir las imágenes de la guerra civil española en la conciencia europea de la época. Sus imágenes de la contienda captadas en el frente de Aragón tienen, según los expertos, el mismo poder de proximidad y evocación que las mejores de Capa.

Campo de concentración, Bram, Francia 1939. Centelles incorporó al archivo de fotos de la Guerra que se llevó consigo al exilio instantáneas, como ésta, de su propio internamiento en uno de los campos de concentración que los franceses habilitaron para acoger a españoles. Durante su estancia en el campo de Bram, Agustí conseguía el material fotográfico gracias a los refugiados que iban a trabajar a la panadería o a amigos que se lo enviaban desde fuera. Las imágenes las revelaba y positivaba en un barracón del campo, donde había construido, junto a Salvador Pujol, un laboratorio clandestino. De este período en el campo de Bram ha sobrevivido una extraordinaria colección de imágenes, probablemente única en Europa por su valor testimonial.

Chupa Chups, 1976. Inhabilitado como fotoperiodista por el régimen de Franco, Centelles tuvo que dedicarse a la fotografía industrial y publicitaria para sobrevivir tras su regreso a España en 1944. En esta "segunda vida", el fotógrafo también se convirtió en un practicante más que notable.