Kuczynski supera la moción de censura por corrupción y mantiene la presidencia de Perú

  • La iniciativa para destituirlo no logró el apoyo suficiente en el Congreso, pese a haber sido presentada por la mayoría opositora fujimorista.
  • La clave fueron los votos de otros partidos minoritarios de la oposición, que decidieron abstenerse para no entregar el Ejecutivo al fujimorismo.
  • El mandatario está acusado de haberse beneficiado de sobornos a cambio de contratos para la constructora Odebrecht cuando era ministro de Economía.
  • El vicepresidente de Ecuador, condenado a seis años por el caso Odebrecht.
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, al terminar su audiencia ante el pleno del Congreso de Perú, durante el debate de la moción de censura presentada en su contra.
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, al terminar su audiencia ante el pleno del Congreso de Perú, durante el debate de la moción de censura presentada en su contra.
ERNESTO ARIAS / EFE
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, al terminar su audiencia ante el pleno del Congreso de Perú, durante el debate de la moción de censura presentada en su contra.

Tras una sesión parlamentaria que se prolongó durante cerca de doce horas, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, superó este jueves ante el Congreso la moción de censura lanzada en su contra por la mayoría opositora (fujimorista) por los supuestos tratos corruptos del mandatario con la constructora brasileña Odebrecht.

La moción, que atribuía al presidente una "permanente incapacidad moral", logró los votos a favor de 79 diputados, frente a 19 que votaron en contra, y con 21 abstenciones. Para ser aprobada, sin embargo, se requería el apoyo mínimo de 87 de los 130 legisladores.

La clave fueron las abstenciones de los diputados pertenecientes a otros partidos minoritarios de la oposición, que no apoyaron la iniciativa para no entregar el Ejecutivo al fujimorismo. Así, en la decisión final tuvieron un papel decisivo los legisladores del bloque de izquierda Nuevo Perú, que se retiraron en bloque antes de la votación y exhibieron carteles que decían "Ni golpismo ni lobbismo".

No obstante, también se produjo la inesperada abstención de 10 legisladores del partido fujimorista Fuerza Popular, entre ellos, Kenji Fujimori, hijo menor del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, a pesar de que su bancada había anunciado una votación en bloque a favor de la destitución de Kuczynski.

Odebrecht ha confesado que pagó miles de millones de dólares a funcionarios y políticos de toda América Latina en concepto de sobornos para conseguir jugosos contratos públicos. La empresa aseguró la semana pasada que dio 4,8 millones de dólares a consultoras vinculadas a Kuczynski. Una de ellas, Westfield Capital, recibió más de 780.000 dólares entre 2004 y 2007, incluyendo 60.000 dólares en los años en los que Kuczynski fue ministro de Economía y primer ministro de Toledo.

"No soy corrupto"

Antes de la votación, Kuczynski compareció en la sede legislativa junto a sus dos vicepresidentes, Martín Vizcarra y Mercedes Araóz, y su abogado, Alberto Borea, para defenderse de las acusaciones formuladas por Odebrecht.

Kuczynski abrió su alegato, de 40 minutos de duración, lamentando que tenga que "demostrar" su inocencia. "Al parecer, no cuento con tal presunción", dijo, alertando sobre el riesgo de que este proceso parlamentario concluya con un "golpe a la democracia".

"Mirándoles a los ojos digo: no soy corrupto y que no he mentido", afirmó. "Jamás he favorecido a ninguna empresa o persona durante mi gestión como ministro de Energía y Minas, ministro de Economía, gerente del Banco Central de Reserva o primer ministro. Y tampoco lo he hecho desde que soy presidente", agregó.

El presidente también pidió disculpas porque, según dijo, debió "ser el primero en advertir las dificultades para sanar las heridas, tras la contienda democrática" de 2016, en las que venció por estrecho margen a la actual líder opositora, Keiko Fujimori. La moción de censura fue presentada el pasado 15 de diciembre con los auspicios del fujimorismo y admitida el mismo día con 93 votos a favor.

"No está en juego mi permanencia en el cargo, está en juego la estabilidad democrática, no apoyen una vacancia [destitución] sin sustento, porque el pueblo no olvida, ni perdona", expresó el mandatario.

Golpe para el fujimorismo

Con el resultado de la votación de este jueves, el fujimorismo, principal fuerza de la oposición peruana, y que domina el Congreso con mayoría absoluta, perdió su mayor pulso lanzado hasta ahora contra Kuczynski.

El anuncio hecho en la víspera por Kuczynski de que sus dos vicepresidentes renunciarían y no lo relevarían si se producía su destitución, conllevaba que el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta, ocupara la Presidencia en funciones mientras se organizan nuevas elecciones generales.

El supuesto de que el fujimorismo gobernara al menos por unos meses fue suficiente argumento para que algunos congresistas partidarios de la destitución cambiaran su voto a última hora, lo que salvó a Kuczynski frente a la todopoderosa bancada fujimorista, que ocupa 70 de los 130 escaños del parlamento.

El mandatario sale fortalecido de la delicada situación que ha atravesado en los últimos días, pues si el Congreso, con los votos del fujimorismo, vuelve a censurar a su Gobierno como ya lo hizo hace unos meses, quedará facultado por la Constitución para clausurar el parlamento y convocar nuevas elecciones legislativas.

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