Curan una arritmia grave por vía femoral a un bebé prematuro de 2,5 kilos de peso

  • La intervención ha tenido lugar en el Virgen de las Nieves de Granada y es la segunda de este tipo que se realiza en España a un paciente de tan bajo peso.
  • El corazón de Max, que fue operado a las dos semanas de nacer y que hoy tiene nueve meses, latía a 230 pulsaciones por minuto.
  • Se le detectó la enfermedad cuando la madre estaba de 32 semanas, por lo que antes de nacer ya recibió medicamentos a través de la placenta.

Un equipo multidisciplinar del Hospital Virgen de las Nieves de Granada ha curado la arritmia grave de un bebé prematuro al que operaron con dos semanas y 2,5 kilos por una vena femoral milimétrica para reducir sus pulsaciones mediante una ablación, intervención pionera y segunda realizada con un paciente de tan bajo peso en España.

El corazón de Max latía a 230 pulsaciones por minuto, un ritmo que antes de nacer le provocó insuficiencia cardiaca y la acumulación de líquido en los pulmones, el abdomen y otras partes del cuerpo.

Esta afección cardiaca, una patología "grave y urgente" según la cardióloga pediatra Francesca Perín, ponía en peligro la vida del niño, cuya enfermedad se detectó cuando la madre estaba en la semana 32 de gestación, por lo que antes de nacer ya recibió medicamentos a través de la placenta.

Tras un parto prematuro, Max ingresó en la UCI Neonatal para recibir tratamiento intravenoso, aunque la gravedad de su estado forzó una intervención pionera por sus características.

Un niño "sanísimo"

El jefe del Servicio de Cardiología del complejo hospitalario de Granada, Luis Tercedor, ha detallado que tomar la decisión de operar a Max fue compleja pero se adoptó para devolverle la esperanza a los padres de un niño que hoy está "sanísimo".

Un equipo multidisciplinar operó a este niño cuando tenía un corazón del tamaño aproximado de una nuez. La intervención consistió en eliminar la anomalía de su corazón mediante una ablación con catéter, un procedimiento por su vía femoral, milimétrica en este paciente, para quemar la zona responsable de causar sus taquicardias.

Le practicaron una ablación por radiofrecuencia que duró cinco horas y en la que el equipo introdujo un catéter guiado con rayos X para llegar al corazón, localizar la electricidad de este órgano y hacer una "cartografía" de sus ritmos.

"Había que ver la actividad para encontrar la producción anormal y curarlo con una quemadura que sana, pero en un corazón tan pequeño que podría producirse un daño en una estructura sana", ha detallado Tercedor, que ha dicho que por esos riesgos estas intervenciones se demoran hasta que el paciente pesa entre 15 y 20 kilos.

"Los primeros segundos con un latido normal del corazón fueron de mucha emoción", ha recordado el doctor, que ha apuntado que la cirugía "compleja, larga y con éxito" eliminó una minúscula fibra de pocos milímetros tras lo que Max tiene un corazón sano.

Malos momentos pero con esperanza

La madre del pequeño, Maud Roselini, ha subrayado que la familia vivió muy mal pero con mucha esperanza esta operación pionera, que vieron como la "única opción para salir adelante" tras días de alta medicación que no daba los resultados deseados.

"Quiero agradecer que hayan salvado la vida de nuestro bebé, a todo el equipo desde que fui ingresada. Lo hemos pasado muy mal pero ahora es un bebé muy bueno. Muchas gracias", ha contado emocionada.

La cardióloga de Max ha explicado que el niño, ahora con nueve meses, tiene un corazón totalmente normal, que salió del hospital tres semanas después de la intervención y que en la revisión del año recibirá el alta médica completa.

La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha destacado el trabajo del equipo de profesionales para abordar esta operación pionera, exitosa por la formación y tecnología de un centro especializado que el año pasado realizó 426 ablaciones, 23 a niños.

Menos del 3% de las ablaciones eléctricas que se realizan en España tratan a niños, la mayoría menores de entre 7 y 15 años.

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