Según el balance climatológico de la Agencia de Meteorología (Aemet), se trata del tercer mes consecutivo calificado como 'muy seco' en la Comunitat, aun en valores similares a otros meses de noviembre recientes, como el de 2007 y 2009.

Las escasas lluvias del mes se concentraron prácticamente en la jornada del pasado miércoles, 29 de noviembre, cuando un frente frío barrió el territorio de norte a sur. Aunque las precipitaciones de ese día fueron casi generalizadas, salvo en el extremo norte de la provincia de Castellón, eran de carácter débil y sin entrada de aire marítimo.

Eso sí, el frente iba acompañado de una masa de aire muy frío de origen ártico que provocó un desplome de los termómetros este pasado jueves 30. La mayoría de las lluvias cayeron en el litoral norte de Alicante y el sur de Valencia: Orba (35,5 litros por metro cuadrado), Oliva (26,1) y Miramar (20,2). Por contra, en observatorios castellonenes como Vinaròs y Vilafranca las precipitaciones fueron inapreciables o nulas

La falta de lluvias iba acompañada de termómetros rondando los valores similares a los de otros años, con una media de 11,7 grados, si bien mostraron una gran variabilidad entre unos días y otros. Se sucedieron tres picos fríos repartidos en varias jornadas del mes junto a otros tres días significativamente cálidos en los que predominó el ambiente templado.

HASTA 25 GRADOS DE DIFERENCIA EN UN DÍA

Este carácter variable se dejó notar durante un mismo día, con noches anormalmente frías para un mes de noviembre y días relativamente cálidos. La tónica general ha sido de gran amplitud térmica, por encima incluso de los 25 grados en localidades de interior de Valencia, como Ademuz, Jalance o Fontanars. La alicantina de Villena ha anotado la mayor anomalía media: -1,2 grados.

De hecho, las máximas diurnas han estado por encima del promedio climático normal en todas las estaciones, con anomalías superiores a dos grados en observatorios del interior como Utiel, Ontinyent y Bicorp en Valencia, Alcoy en Alicante y Vilafranca en Castellón, al estar alejados del efecto termorregulador del mar.