El teniente fiscal de Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, ha explicado que la Fiscalía trasladó a Bélgica que la AN "no es un tribunal excepcional", sino "un tribunal ordinario" aunque "especializado", donde se aplican "la misma normas de procedimiento" que en el resto de tribunales.

El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, y el teniente fiscal de la Fiscalía de este tribunal, Miguel Ángel Carballo, han participado este jueves en Bilbao en la III Jornada del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y el Instituto de historia social Valentín de Foronda, dedicada a la respuesta al terrorismo desde la Justicia, en el 40º aniversario de la Audiencia Nacional.

Durante su intervención en este foro, Carballo ha insistido en que la Audiencia Nacional es "un tribunal ordinario, no un tribunal excepcional". En este sentido, ha explicado que, con ocasión de la emisión de la 'orden europea' de detención de los exmiembros del Govern en Bélgica, sus colegas belgas, en los contactos previos a su valoración, "todavía se insistía y se preguntaba 'si la AN es un tribunal de excepción y si el procedimiento que se aplica es un especial, distinto al de otros tribunales'".

"Parece que es algo que todavía sorprende. Por supuesto, se le contestó que no es un tribunal excepcional, ni siquiera especial. Es un tribunal que tiene una competencia funcional cualitativa específica, donde se aplican las mismas normas del procedimiento que en el resto de tribunales de España y tan solo existen unas especialidades procesales en cuanto a que se trata de terrorismo", ha indicado.

De este modo, ha insistido en que "es un tribunal completamente ordinario, sí que es cierto que especializado" y ha subrayado que esa especialización se ha comprobado "muy relevante y muy efectiva". De esta manera, ha considerado que la "unificación y especialización" es un "bien en sí mismo".

Asimismo, ha destacado que la orden europea "se basa en fijarse en unos hechos, no en un delito concreto, en una calificación delictiva". De esta manera, ha replicado a quienes, en el caso de Puidemont y los otros exconsellers en Bélgica, señalaban que "en Bélgica esto sí sería o no sería delito".

Según ha indicado, "los colegas belgas nos dejaron muy claro" que ellos entregan a un ciudadano a otro país de la UE "por unos hechos con el criterio de que sean delito, pero no necesariamente que sean el delito con el que se reclama la entrega o que tengan las mismas penas o que coincida el nombre".

A su entender, es "un gran avance" contar con "un espacio común de justicia" y ningún país "impone ni debe imponer el muro de sus garantías procesales frente a la reclamación de otro órgano judicial de la UE". Según ha añadido, "si hay un quebranto de esas garantías, no sólo están los tribunales de ese país correspondiente", sino también el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

ESCRACHES A LA GUARDIA CIVIL

Por otro lado, ha asegurado que los "escraches" que están sufriendo la Guardia Civil "por parte de determinados colectivos" preocupan "a la Guardia Civil y a nosotros, e intentamos buscar un encaje legislativo, sin estar a expensas de alguna modificación legislativa".

Preguntado por la persecución de posibles casos de delitos de odio, ha indicado que "sabemos que se están produciendo cosas que pueden quedar impunes", lo que "preocupa".

En esta línea, ha señalado que "no todo es delito de odio" y es "algo complicado". "Quizá debería darse un avance legislativo a la vista del resultado que está teniendo la aplicación de este tipo de delitos", ha reflexionado.