Liberados en las inmediaciones de Jesús del Valle, estos ejemplares proceden del centro de cría La Ermita, en el Parque Natural de la Sierra de Huétor, y pertenecen a la línea genética denominada 'Andalucía', la más ampliamente distribuida en la comunidad autónoma.

Así lo ha explicado la delegada de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Inmaculada Oria, quien ha asegurado que el objeto de la reintroducción es recuperar tramos fluviales ocupados por la especie en el pasado y que actualmente presentan buenas condiciones ambientales para albergar poblaciones de cangrejo de río.

La calidad ambiental de este río emblemático de Granada ha permitido ya la recuperación de la población de trucha común, mientras que sólo un pequeño reducto de ejemplares de cangrejo autóctono resiste en el nacimiento del lecho.

El cangrejo de río autóctono sufrió en el pasado un declive muy importante por la introducción de especies americanas, portadoras de un hongo que provoca una enfermedad causante de mortandades masivas.

Esta patología, junto con la degradación del hábitat, ha provocado que la especie desaparezca de la mayor parte de la Andalucía oriental, espacio donde hasta los años 70 se encontraba ampliamente distribuido.

MEDIDAS

A las medidas de control de las poblaciones de cangrejo rojo, la Consejería de Medio Ambiente sumó un plan de recuperación de la especie autóctona afectada, que está catalogada en peligro de extinción.

La protección y vigilancia de sus hábitats naturales, las reintroducciones, la investigación asociada a las patologías así como el control de la expansión de las especies americanas han sido los ejes principales de las actuaciones, a las que se une la puesta en marcha del Plan de Recuperación y Conservación de peces e invertebrados de medios acuáticos epicontinentales.

De esta forma, aunque en 2002 apenas quedaban en Andalucía 35 poblaciones de cangrejo autóctono de río, en la actualidad hay ya 96 poblaciones establecidas.

Para poder afrontar con éxito la consolidación de esas poblaciones y la creación de otros nuevos núcleos es necesario incrementar el volumen de las sueltas, para lo que se construyó el Centro de Cría y Conservación de Especies de Aguas Epicontinentales de La Ermita, en Granada, y el Centro de Cría y Conservación de peces amenazados de los Villares situado en Córdoba.