El 12% de los usuarios de entidades catalanas ha requerido cubrir necesidades básicas como alimentación, higiene, ropa y energía, que son los servicios con más demanda este año, seguidos por los sociosanitarios (10%) y de acción comunitaria (9%), según el Barómetro 2017 de la Taula del Tercer Sector Social de Catalunya.

La presidenta y el director de la Taula, Francina Alsina y Toni Codina, han explicado este jueves en rueda de prensa que las más de 3.0000 entidades de la federación han atendido a 1,58 millones de personas, entre las que hay un 9,6% de mayores de 65 años y un 31% de menores, el 4,2% tiene menos de cuatro años y el 27,9% tiene de 4 a 18 años.

El barómetro recoge por primera vez datos sobre el perfil de los atendidos y los servicios que utilizan: ha detectado que el principal colectivo son personas con necesidades especiales diversas, un 62% del total.

Entre estos, uno de cada tres está en situación de pobreza y exclusión social (30%), el 20% tiene trastornos de salud mental, el 15% discapacidad, el 10% son recién llegados o de minorías étnicas y el 9% tiene drogodependencias.

De media, las entidades destinan 2.000 euros anuales por atendido, una cantidad que fluctúa según el colectivo: a las personas mayores se destina 3.223 euros de media, seguidos de los jóvenes de 18 a 35 años, y que representan el 24% de atendidos, con 2.008 euros; la infancia y la adolescencia, con 1.976 euros; los adultos, 1.578 euros, y la pequeña infancia, 1.077 anuales.

La atención en residencias y centros es el servicio con más coste, y comporta 26.153 euros por persona atendida al año, seguida de la atención diurna (7.869 euros), la atención domiciliaria (6.111), la formación (4.146), la atención psicosocial y rehabilitación (3.497) y el acompañamiento (2.198).

En la financiación, se mantiene el equilibrio entre ingresos de origen público (55,5%) y privado (44,5%), llegando a un total de 3.068 millones globales para todas las entidades.

Codina ha dicho que les gustaría ser independientes económicamente "por el riesgo" que supone depender de subvenciones públicas, aunque las considera necesarias.

Alsina ha reconocido que en los últimos meses del año han sido duros pese a los inicios de la recuperación, y aún hay convocatorias de servicios realizados este año que no han salido, como los 2 millones que faltan para la atención a drogodependencias y salud mental: "La situación en este momento es grave", sobre todo para estos colectivos concretos.

Sí se han convocado los 10 millones que se retrasaron por la intervención del Gobierno central en la Generalitat, pero las citadas convocatorias para salud mental y adicciones no han salido, si bien les dicen que están a punto de llegar, según Codina, que ha confiado en que se asignarán a última hora y que se cumplirá el efecto retroactivo que les aseguraron que tendría.

Alsina ha dicho que las entidades deberían pedir a la administración "un tipo de compromiso mucho más serio", y ha recordado la responsabilidad de todos los ejecutivos ante el trabajo de las entidades con las personas más necesitadas.