El investigador español Miguel Crespo fue hallado muerto el pasado domingo en un aseo de su lugar de trabajo, el centro médico neoyorquino Weill Cornell.

Crespo, natural de Toledo y de 40 años de edad, trabajaba desde 2011 como investigador en un laboratorio de células madre neoyorquino, contribuyendo a la creación de medicamentos para el cáncer de colon.

La Policía le encontró en un cuarto de baño de la octava planta de este hospital, y su cuerpo no presentaba signos de violencia ni ningún rasgo anormal, con lo que todo apunta a que se trató de una muerte súbita.

Sus familiares se han trasladado hasta Nueva York para solucionar los trámites de la repatriación del cadáver, según informa el portal Encastillalamancha.es. El investigador se encontraba en la recta final de su estudio, a punto de presentar el trabajo que estaba realizando.

La portavoz del centro Weill Cornell, Sarah Smith, quiso transmitir "profundas condolencias a su familia y amigos", y lamentó el fallecimiento de Miguel Crespo en unas declaraciones al Daily News, recogidas por el diario ABC.