Así se lo ha planteado el exconsejero de Educación al portavoz socialista en el Ayuntamiento, en un comunicado en el que reclama que la agrupación santanderina tenga "la suficiente independencia" para llevar a cabo su labor y no sea -ha dicho- "la única que esté tutelada". De igual modo, Ruiz pide que se cumpla lo acordado en el Congreso Federal sobre la limitación de cargos orgánicos e institucionales.

Y es que el que fuera también responsable de Cultura y Deporte en el Gobierno hasta el pasado mes de septiembre, cuando fue cesado a petición de la nueva dirección 'sanchista' del partido, ha asegurado que "nadie sobra" en la agrupación santanderina, aunque cree que el "reto" que tienen por delante los socialistas -gobernar la ciudad en 2019, según ha dicho- precisa "dedicación absoluta".

Más cuando, como ha proseguido, la organización tiene "una ingente labor por delante", para "recomponer relaciones rotas y afectos entre compañeros".

Ruiz, que fue concejal en el Consistorio, considera que el PSOE "sigue padeciendo los daños colaterales que produjeron las primarias" regionales, "sobre todo la profunda división" que salió del proceso celebrado en julio en el que Casares se impuso a la vicepresidenta del Gobierno, Eva Díaz Tezanos, que hasta entonces, y desde 2012, había estado al frente de Bonifaz. "Lejos de cerrarse, parece cada vez mayor", ha opinado el exconsejero, para agregar que esto afecta "directamente" a la agrupación de Santander.

Al hilo de lo anterior, ha reflexionado que "en un partido como el PSOE, las victorias o derrotas debieran ser una responsabilidad compartida". "No se pueden aplicar criterios diferentes según los intereses de quienes optan a los cargos", ha sentenciado.

Pero ha aclarado que no se trata de "hacer reproches", sino de "hacer un análisis correcto" del porqué se ha llegado a la situación actual y qué hacer para mejorar. A su juicio, hay que "descartar las estrategias individualistas" para basarse en "la fortaleza del grupo, del equipo, de los liderazgos compartidos".

Ruiz -que se ha mostrado "de acuerdo" con Casares, que es miembro de la ejecutiva de Ferraz, en "contrastar" los modelos y proyectos con los que ambos aspiran a liderar el PSOE de Santander- ha incidido al respecto en que "lo responsable" hubiera sido "intentar una candidatura de unidad" con la que haber "aprovechado el talento que tienen todos y cada uno de los militantes de Santander".

Así las cosas, ve una "irresponsabilidad" que no se haya "intentado" esto en la agrupación socialista "más grande de Cantabria", ya que lo que sucede en la ciudad es "representativo" de lo que ocurre en la región. "En otros lugares sí que ha habido intentos de llegar a acuerdos", ha comparado.

Además de fortalecer el partido, el exconsejero, afín a la exsecretaria general socialista, aboga de cara al reto de gobernar la ciudad dentro de dos años por un "proyecto sólido que la ciudadanía sienta como suyo".

"Un proyecto de ciudad que concite alianzas y que esté al servicio de las personas, que esté vertebrado en torno a un urbanismo inclusivo, una economía de ocio, economía del conocimiento y de alto valor añadido, de actuaciones de valor añadido de

logística y servicios públicos de calidad", ha detallado el candidato, que ha reclamado para ello "más trabajo en equipo y más coordinación" y, sobre todo, lograr que la agrupación socialista de Santander sea una "Casa del Pueblo accesible, amable y en la que discrepar no sea causa de discriminación".

Para finalizar, ha considerado que "la diversidad de su equipo" es "la mejor demostración" de su compromiso "por la unidad y el consenso". "Gestionar la diversidad orgánica es la mejor manera de enriquecer nuestro proyecto para hacerlo identificable ante nuestros vecinos", ha concluido.