Se trata de unas actuaciones que han visitado hoy el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), organismo dependiente del MAPAMA, Ramón Álvarez Maqueda.

En un caso se está acondicionando la margen derecha del río Saja, para lo que se reabrirá un antiguo brazo del río Saja, recuperará el tramo de senda fluvial arrasado durante los últimos años por las avenidas, revegetará el entorno y se mejorará el estado fitosanitario de la vegetación de ribera en la zona mediante clareo, entresaca y retirada de arrastres y vegetación muerta.

La actuación, en un tramo de 180 metros de río, tiene un presupuesto de 184.000 euros y su finalización está prevista para la primavera de 2018.

En otro, se ha construido un dispositivo de paso de peces en la presa de Revolvo en el río Miera, dentro del municipio de Liérganes.

La obra, recientemente finalizada, persigue el doble objetivo de eliminar la barrera que constituye la presa o azud de Revolvo para los peces mediante la instalación de un dispositivo de franqueo; y dotar al área de Liérganes de una estación de control que proporcione datos de nivel en el río Miera, tanto en aguas bajas como en aguas altas.

La inversión realizada ha sido de 129.700 euros y la obra se ha realizado durante los últimos cuatro meses.

El dispositivo de paso de peces se ha construido en la margen izquierda del río y consta de 13 artesas para salvar la altura existente entre la parte más alta de la presa y la cota media de la lámina de agua del río.

La presa de Revolvo se sitúa en el tramo medio del río Miera, a unos 30 kilómetros de la cabecera. Es un azud artificial de 32,72 metros de largo y está construido por bloques de sillería. La diferencia de cotas entre aguas arriba y aguas abajo del azud, y que es la altura que los peces deben remontar, es alrededor de tres metros.