El Ayuntamiento de Santander aumentará el próximo año sus recursos humanos en 18 efectivos, ha anunciado el concejal de Personal y Protección Ciudadana, Pedro Nalda, que ha destacado que se continuará así con el "esfuerzo" realizado en los dos últimos ejercicios para equilibrar los diferentes servicios municipales.

De esta forma, se consolida el proceso de recuperación de efectivos iniciado por el equipo de gobierno (PP), que "en 2018 seguirá apostando también por la mejora de las condiciones laborales del personal municipal con una subida salarial y con nuevos procesos de promoción interna para favorecer la carrera profesional de los funcionarios municipales".

Nalda así lo ha indicado en una nota de prensa tras la aprobación de la plantilla municipal este martes en la Comisión de Administración y Participación Ciudadana.

La plantilla de 2018, negociada previamente con los representantes sindicales en Mesa General y que se elevará ahora al pleno de la Corporación para su aprobación inicial, contempla en total 1.180 plazas dotadas presupuestariamente (1.132 de personal funcionario y 48 de personal laboral y eventual).

Se trata, en palabras de Nalda, de una "cifra récord" con la que se dará respuesta tanto a los procesos de incorporación de nuevos trabajadores como a los de promoción interna.

Según ha resaltado el edil, el presupuesto destinado a personal crecerá el próximo año un 5,4 por ciento, para atender las nuevas incorporaciones de personal, así como la subida salarial prevista, fijada con carácter general en el 1,5%, a la espera de las determinaciones que se incluyan en este sentido en los Presupuestos Generales del Estado de 2018.

El concejal de Personal y Protección Ciudadana ha destacado que "esta plantilla refleja una vez más la apuesta del equipo de gobierno municipal por mejorar los recursos humanos, ejecutando al máximo las ofertas de empleo y las tasas de reposición, y mejorando las condiciones laborales dentro de los límites que la ley permite".

Ha señalado que el incremento de la plantilla en 2018 es fruto de los "numerosos" procesos selectivos y de promoción interna iniciados este 2017 y de la previsión de las nuevas plazas que se irán convocando a lo largo del próximo año.

En el caso de los procesos de promoción interna, Nalda ha indicado que la plantilla de 2018 dota 202 vacantes (73 más que este año), consecuencia de las distintas convocatorias en marcha o que se irán ejecutando en los próximos meses, entre ellas, la de promoción interna en el cuerpo de Policía Local, cuyas bases se aprobaron ya en la última Mesa General.

La plantilla del próximo año contempla también las plazas correspondientes a la incorporación de nuevos efectivos a través de la oferta de empleo público de 2017 que, según ha resaltado el edil, una vez más ha alcanzado el cien por cien de lo que permite la ley.

Entre las nuevas plazas previstas en el marco de la oferta de empleo público de 2017 se incluyen 12 nuevos agentes de la Policía Local, que se sumarán así a los 19 que acaban de incorporarse este año al servicio; y también se contemplan tres nuevas plazas de bomberos-conductores.

MODIFICACIÓN DEL REGLAMENTO DE PLENO

Por otro lado, al margen de la plantilla, en la reunión de este martes la Comisión de Administración y Participación Ciudadana ha dado el visto bueno a la modificación del Reglamento de pleno para evitar la reiteración de mociones.

La propuesta, que se elevará también al próximo pleno para su aprobación inicial, ha sido aprobada tras rechazar las enmiendas presentadas por los grupos municipales de PSOE y Ganemos que, según ha precisado el portavoz del equipo de gobierno, César Díaz, no planteaban alternativa alguna a la propuesta.

Díaz ha recordado que a través de esta modificación se plantea introducir un nuevo apartado en el artículo 45 del Reglamento para evitar que se repitan mociones. Según ha dicho, se trata de una cuestión que aparece regulada en la gran mayoría de reglamentos de organización de pleno de ayuntamientos, pero que en el caso de Santander aún no se había previsto.

Lo que se plantea es que, una vez rechazada una moción por el pleno, no pueda reiterarse su presentación en los seis meses siguientes, con el objetivo de "evitar prácticas entorpecedoras de la legítima y efectiva labor de control de los órganos de gobierno municipal" con iniciativas que conducen a un "innecesario alargamiento de las sesiones plenarias, al desenfoque de la propia labor de control y a la devaluación de la institución", ha argumentado.

Se trata, en definitiva, de "poner en valor la labor del pleno, respetando en su integridad los derechos de los concejales y garantizando la seguridad jurídica", ha resumido el portavoz, quien ha agregado que a través de este cambio "se busca dar una respuesta ágil a una situación que está afectando al funcionamiento ordinario del pleno y requiere una solución sin más demora".