El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se preguntó este sábado ante el Comité Federal de su partido cómo es posible que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, sostenga ahora ante los jueces que la declaración unilateral de independencia tenía "un valor simbólico, que no era tan relevante". "¿Cómo se lo explicamos a los trabajadores que han perdido su puesto de trabajo, a las empresas afectadas por un miserable boicot?" se preguntó.

Sánchez criticó duramente a los independentistas por "han desconectado de la realidad" y hacer que primero se fugue "el sentido común", después huyan las empresas y ahora se marchen "los puestos de trabajo". "El problema de Cataluña no es España, son sus malos gobernantes (...). El secesionismo es el brexit de Cataluña", dijo Sánchez, que pidió hacer del procés "un mal recuerdo" para que empiece "un nuevo tiempo de concordia".

El líder socialista recordó que su partido "nunca" quiso ni que se llegara a la declaración unilateral de independencia ni la aplicación del artículo 155 de la Constitución. "Ahora bien –advirtió–, una vez impuesta la DUI, no cabía otra respuesta que la aplicación del artículo 155". Sánchez llamó a defender el Estado de derecho, el imperio de la ley y la aplicación de la política frente a la sola defensa de la ley que, a su juicio, practican los inmovilistas.

"Porque no concebimos España sin Cataluña ni Cataluña sin España", insistió Sánchez, quien acusó a los independentistas de "engañar" y "frustrar" a Cataluña, de "atropellar" los derechos de los diputados en los plenos del 6 y 7 de septiembre en el Parlament, de "poner el acento en la fractura territorial para tapar la fractura social", de hacer "caso omiso" de las resoluciones judiciales. "Toca defender la Constitución y el Estatut", remachó.

Pero Sánchez no sólo cargó contra los independentistas. También contra Unidos Podemos y contra el Gobierno de Rajoy. Al partido de Pablo Iglesias, al que en ningún momento citó expresamente, le lanzó dos dardos: el primero, por no criticar suficientemente a los independentistas, y el segundo por hablar de la existencia de presos políticos en España, con lo que se "banaliza" el concepto y la Historia de España, dijo.

"Triste izquierda la que acompaña al secesionismo de las élites frente a la solidaridad (...). ¿Qué izquierda justifica que haya presos políticos en otros países y se lleva las manos a la cabeza porque en España haya presos políticos por saltarse la ley?". "El problema –razonó– no es que la justicia sea ciega, es que los independentistas hacen caso omiso de sus resoluciones". "No hay ninguna bandera de izquierdas en el secesionismo", zanjó.

A la derecha de Rajoy, por su parte, Sánchez le reprochó que afronte desde la "confrontación" la crisis territorial, que se dedique a la "exhibición de banderas como única credencial", que haya hecho "saltar por los aires la cohesión". "¿Os acordáis cuando Rajoy hablaba de herencia, qué herencia va a dejar él?", se preguntó. "Los ciudadanos saben que con un Gobierno socialista jamás se hubiera llegado a esta situación en Cataluña", llegó a decir.

Y frente al independentismo que divide y lleva a Cataluña al abismo, a la izquierda que no se opone al secesionismo con suficiente fuerza, y al PP, que basa su respuesta en la sola aplicación de la ley, Sánchez reivindicó el "sentido común" que encarnan el PSC y Miquel Iceta, porque "las grandes crisis se superan con grandes dosis de sentido común", y el proyecto del PSOE a favor de la "concordia" y la "convivencia".

Sánchez aplaudió al PSC porque con Iceta, dijo, habrá "reconciliación, convivencia y autogobierno" partir del 21-D. "Vais a ser la salida del túnel", le dijo al líder de los socialistas catalanes, a quien también le agradeció el papel de su partido en los últimos meses por mantenerse como la "izquierda sensata, cabal" y "por hacerlo en condiciones muy duras". "[El 21-D] salimos a ganar desde la convicción de que este partido es el que mejor entiende Cataluña y el catalanismo", apuntó.

La izquierda de los socialistas, apuntó Sánchez, es la izquierda "de Gobierno" que no renuncia a "invocar el nombre de España" y que está decidida a buscar un "gran consenso", un "nuevo pacto constitucional". El secretario general prometió impulsar con "convicción" la reforma de la Carta Magna, siempre con la "solidaridad interterritorial" en mente, para garantizar la "igualdad" de los ciudadanos "vivan donde vivan" y con el diálogo como bandera.

La reunión de este Comité Federal, en el que según datos del partido han pedido la palabra 21 asistentes, se espera calmada. Un secretario general autonómico señala que "se ha normalizado mucho la situación en el partido tras un paréntesis de año y medio de excepcionalidad". Otro barón regional apunta que el objetivo de este sábado debe ser "apoyar a Ferraz y arropar al PSC" y, en líneas generales, todas las fuentes consultadas coinciden en que no se esperan sobresaltos.

Lo cierto es que la estrategia marcada por Pedro Sánchez en relación con la crisis territorial catalana no genera grandes controversias internas. "Todo el mundo se siente cómodo con esa posición", insiste un barón afín a Ferraz, que recalca que el partido ha estado del lado de la ley, en la defensa de la Constitución española, y que también ha logrado abrir la perspectiva de la reforma constitucional.

"El liderazgo de Pedro se va consolidando, y eso ayuda a hacer política ", destaca el secretario general de una de las federaciones socialistas. Las declaraciones de los barones a su llegada al comité fueron de cierre de filas. Susana Díaz dijo que el PSOE "está donde tiene que estar". Ximo Puig, Emiliano García-page y Guillermo Fernández Vara, por su parte, respaldaron la estrategia de Iceta de cara al 21-D.