El turismo ya es el primer problema de ciudad para los barceloneses. Un 15,6% de los 6.000 encuestados entre los meses de abril y junio de este año lo han puesto como la principal de sus preocupaciones y prácticamente dobla la cifra recogida en 2016, confirmando la tendencia ascendente de los últimos tres años. En la encuesta de servicios municipales del año pasado el turismo ocupaba la segunda posición, con un 8,1%, solo superado por el paro y las condiciones de trabajo (13,4%) que este año se ha quedado en un 8,6%.

La tendencia se ha invertido en la encuesta de 2017, presentada este lunes en el Ajuntament por el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, y el turismo ha desbancado de la primera posición al paro, que ha liderado la clasificación en los últimos 8 años. El turismo ya se puso al frente del ránking de preocupaciones de los ciudadanos recogidas por el barómetro semestral.

El desempleo y el deterioro de las condiciones de trabajo sigue siendo, no obstante, el problema personal más grave para los barceloneses, con un 17,5% de las menciones en 2017, aunque ha perdido hasta 10 puntos respecto a 2016.

Llama la atención, además, la gran subida que experimenta la dificultad de acceso a la vivienda como preocupación de ciudad, multiplicándose por tres en el último año. Si en 2016 era percibido como un escollo por un 2% de los encuestados, este 2017 ha subido hasta al 6,7%. Ya es pues el cuarto gran problema para los barceloneses. Desde el Consistorio lo han valorado como un conflicto que va apareciendo en los estudios de manera "cíclica" aunque lo califican como una de las grandes "deudas pendientes" con la capital catalana desde los años noventa y "agravado" en los años 2000, ha explicado Pisarello, quien ha añadido que reaparece la preocupación por la vivienda "por la subida de los precios de alquiler y de compra" y porque "podemos estar ante una nueva burbuja inmobiliaria".

Entre el turismo, el paro y la vivienda, se coloca como tercera gran problemática barcelonesa la circulación y el tráfico, con un 7,3% de las menciones de los ciudadanos. Igualmente, aparece como novedad de este año el tranvía dentro de la valoración de 25 servicios de ciudad. Es puntuado con un 7,2 sobre 10 cuando el metro se ha quedado en un 7,1 y el autobús en un 7. Un 85% de los encuestados consideran que la red de transporte público barcelonesa es buena o muy buena.

Las bibliotecas públicas son el servicio más valorado, con un 7,9, un punto más que en 2016. Le siguen los centros cívicos con un 7,5, igual que el año pasado. Obtienen un 7,4 la recogida de basuras y las actividades culturales (la primera ha bajado un punto y la segunda ha subido un punto). En la séptima posición aparece el tranvía.

En la cola de la lista se sitúa el aparcamiento, que obtiene una nota del 3,7, muy lejos del aprobado. De hecho, este servicio no ha conseguido más de un 5 desde que existe la serie histórica, iniciada en 1987, y también obtuvo un 3,7 en los años 2016 y 2015.

Por su parte, el Ajuntament de Barcelona ha recibido la mejor nota desde que se realiza la encuesta de servicios municipales: un 6,4, una décima más alta que en 2016. El suspenso se lo lleva el Gobierno central, un 3,6, a pesar de mejorar tres décimas este año.

Las zonas de Ciutat Vella (19,9%), el frente marítimo (8% en Sant Martí), la Sagrada Família (16,9% en el Eixample) o Gràcia (12,1%) son las que más mención hacen al turismo como problema. La media de aparición a nivel de toda la ciudad es del 7%. Hay barrios que ni aluden al turismo, como Pedralbes, Sant Gervasi, la Marina y la Zona Franca, la Vall d'Hebron o la Sagrera.

Donde más se mencionan las problemáticas derivadas del ruido es en el Eixample (12,7%), Ciutat Vella (12,4%), Gràcia (14%) y el Poblesec, en Sants-Montjuïc, con un 7,6%. Mientras que la inseguridad se dispara como la dificultad más grave del barrio, alcanzando el 19,6% de las menciones de los preguntados en Ciutat Vella, un 16,7% de los de Nou Barris y un 12,3% de los de Sants-Montjuïc.

El aumento de la limpieza es una necesidad para muchos barceloneses. El Ajuntament, consciente de ello, tiene previsto asignar al presupuesto del contrato de limpieza 268 millones de euros anuales, mejorando esta dotación económica en 7 millones de euros. La limpieza es un problema de territorio para el 12,8% de los encuestados residentes en Sants-Montjuïc y para un 9,9% de los habitantes de Horta-Guinardó.