De julio a septiembre de este año no hubo ninguna familia en concurso frente a ocho en el mismo periodo del año pasado, mientras que las empresas que pusieron en marcha este procedimiento fueron una menos, siete frente a ocho, equivalente a un descenso del -12,5%.

En tasa intertrimestral (segundo trimestre de 2017 sobre primer trimestre de 2017), el número de deudores concursados cayó un -58,8%, al registrarse 17 entre abril y junio. Las familias en quiebra fueron dos en dicho periodo.

De las siete empresas que entraron en concurso en el tercer trimestre del año, cinco eran de responsabilidad limitada y dos sociedades anónimas, y todos fueron concursos voluntarios.

Por clase de procedimiento, hubo cuatro ordinarios y tres abreviados.

El 57% de las empresas que entraron en concurso en el tercer trimestre en Cantabria tenían como actividad principal el comercio al por mayor (4), mientras que el 28,5% (2) se dedicaba a la industria. La otra empresa concursada pertenecía a la construcción.

Asimismo, la estadística refleja que el 57% de las empresas concursadas tiene entre seis y nueve asalariados, mientras que, por antigüedad, dos tenían entre 5 y 8 años, otras dos entre 13 y 16 años y otras dos 20 años o más. Casi el 60% de las empresas se concentraron en un tramo de volumen de negocio entre uno y cinco millones de euros.