El arrestado engañó a los representantes de un conocido banco y obtuvo un préstamo por valor superior a los 14.000 euros, al facilitarles un certificado de ingresos falsificado que le permitió el acceso al dinero.

Dos meses más tarde intentó huir del país y fue sorprendido por la policía rumana en el puesto fronterizo de Nadlac (Rumanía), donde los agentes comprobaron que carecía de carnet de conducir.

La detención se llevó a cabo por el Grupo de Delincuencia Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial, quienes tras seguir la pista del fugitivo consiguieron localizarlo y detenerlo.

La justicia rumana le pide una pena de dos años de prisión por delitos de estafa, falsificación documental y conducción sin permiso de circulación.

El arrestado ha pasado a disposición de la Audiencia Nacional para llevar a cabo los trámites necesarios para materializar la extradición en su país en virtud de la Orden Europea de Detención y Entrega.