Laguardia, la villa del vino y la literatura en pleno corazón de la Rioja Alavesa

En época de vendimia, la región riojana se viste de rojo, ocres y amarillos y ofrece al visitante un paisaje único. Durante el otoño, los bosques y viñedos muestran todo su colorido y la intensa actividad vinícola convierte esta estación en la mejor época para visitar el territorio.

Laguardia, una villa amurallada en pleno corazón de la Rioja Alavesa, se perfila como el destino perfecto para vivir una experiencia entre viñas, arte y naturaleza. Las bodegas llenan las callejuelas del pueblo, que conserva el trazado medieval y un conjunto arquitectónico románico y gótico que traslada a los paseantes en el tiempo. La muralla, que en ocasiones llega a los dos metros, tiene cinco grandes puertas y varias torres de defensa muy bien conservadas.

Merece la pena entrar en la iglesia de Santa María de los Reyes y descubrir su pórtico policromado, en piedra tallada, del siglo XIV y XVII, una joya arquitectónica del gótico español. A cada paso se percibe la importancia de las viñedos para este pueblo, pues el vino ha caracterizado la vida y la historia de Laguardia.

Hay una gran variedad de bodegas y multitud de establecimientos enseñan el proceso de elaboración de esta bebida de la mano de auténticos bodegueros. Dentro de la gran oferta, las Bodegas Solar de Samaniego destacan al haberse convertido en una galería de arte, puesto que el espacio ha sido rediseñado por artistas modernos. Las bodegas de esta empresa se remontan a 1968 y actualmente ofrecen al visitante una propuesta que fusiona vino, pintura y literatura.

La sala de cata y lectura ha sido diseñada por el interiorista Lázaro Rosa Violán, aunque la obra más sorprendente es un enorme mural pintado por el artista Guido van Helten. El muralista australiano, una figura referente del arte urbano internacional, pintó los antiguos depósitos de hormigón de la compañía de retratos gigantes de 13 metros de altura.

Las pinturas muestran a varias personas de la localidad - el artista conoció a los habitantes de la villa para fotografiarlos y posteriormente retratarlos- en faenas relacionadas con el vino y la literatura.

A raíz de su obra, el espacio se conoce como la Catedral del Vino, donde la literatura juega un papel predominante. El proyecto Beber Entre Líneas, de las Bodegas Solar de Samaniego, une ambos mundos y su principal premisa es que tanto libros como vinos necesitan tiempo para ser reconocidos.

El III Premio Bodegas Solar de Samaniego, celebrado el jueves, se entregó al escritor Rafael Reig por su libro 'Señales de humo. Manual de literatura para caníbales I', con el fin de “evitar que caiga en el olvido una obra literaria que no ha tenido el tiempo necesario para ser valorarada”, explica la compañía.

El proyecto Beber Entre Líneas se inspira en las propias raíces de Laguardia, donde nació y murió el fabulista Félix María de Samaniego (1745-1801), que tenía su propia plantación vitícola en La Escobosa y es donde nacen las raíces de la actual bodega. Precisamente, los restos del escritor de Samaniego se encuentran en la villa, en la Iglesia de San Juan Bautista, un bello edificio de estilo románico y gótico construido entre los siglos XII y XVI.

En el pueblo también se puede visitar la casa natal del escritor y un monumento dedicado a su figura, que destaca por tener como telón de fondo la impresionante sierra de Cantabria. Desde el parque del Collado, las vistas a las montañas, los viñedos y el valle que llega hasta El Ebro son espectaculares. Cada rincón de la villa permite disfrutar de la naturaleza otoñal y descubrir una mezcla singular: vino, literatura, arquitectura y pintura encerrados en un pequeño pueblo medieval.

Los alrededores de Laguardia están llenos de historia y reclamos para los amantes de la arqueología. Muy cerca de la villa se encuentra el poblado de la Hoya, un asentamiento celtíbero del siglo XV a. de C.

A tan solo diez minutos en coche, se llega a otro yacimiento de gran envergadura, el Dolmen de la Chabola de la Hechicera, uno de los dólmenes más importantes de Euskadi que fue descubierto en 1935.

Para seguir disfrutando de la naturaleza es recomendable acercarse hasta los Monasterios de San Millán de la Cogolla, a 45 kilómetros. El monasterio de Suso y el de Yuso están ubicados entre impresionantes bosques y montañas. En los edificios, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se combinan los estilos visigodo, mozárabe y románico y en su interior se conservan manuscritos y códices de la Edad Media, entre los que destacan los primeros testimonios escritos de romance español.

Las lagunas de Carralogroño y Carravalseca están declaradas Biotopos Protegidos y ofrecen un particular paisaje, el juncal se combina con los robles y encinares, los enebros, el madroño y, en la zona más elevada, se sitúa la retama.

La visita a las Bodegas Solar de Samaniego y su proyecto Beber Entre Líneas incluye el recorrido por todos los espacios enoliterarios de las bodegas, incluido el Espacio Medio Millón del muralista Guido van Helten, con cata de dos vinos. En Laguardia, fuera de la muralla de la villa, el Hotel Spa Villa de Laguardia se encuentra rodeado de viñedos y dispone de un amplio spa especializado en tratamientos de vino y aceite de oliva.