Así consta en un comunicado en el que señala que desde el primer momento que llegó al círculo en Fuengirola quiso "unir voluntades", aunque ha explicado que nada más constituirse el Consejo Ciudadano, tras las primarias en las que salió elegido secretario general, "el equipo de once miembros sufrió la primera dimisión de una compañera por sentir amenazado su puesto de trabajo".

Ha señalado que en poco tiempo otras personas "abandonaron y quedó un Consejo Ciudadano muy reducido" por lo que pidió a los responsables de organización de Podemos autorización para celebrar elecciones de nuevo al Consejo Ciudadanos "pero no se obtuvo respuesta".

Ha recordado que a finales de 2016 "pude observar que se iban a celebrar primarias a nivel andaluz sin comisión de garantías democráticas" y se sumó a la impugnación del acuerdo de la asamblea de primarias ante la jurisdicción civil por vulneración de derechos fundamentales. "Nunca pensé que dicha acción iba a utilizarse políticamente para abrir brecha dentro del partido", ha dicho.

En este sentido, ha añadido que un trabajador "puede impugnar ante los tribunales sus condiciones laborales y sus derechos y seguir trabajando en la empresa", apuntando que "no por eso es un desleal o un traidor con el empresario". Pero, ha indicado que "no ha sido así interpretado por algunos militante, cuando mi única intención era que la organización del partido siguiera cauces legales".

Ante estas circunstancias "y con el objeto de evitar la crispación" ha presentado su dimisión y ha asegurado que a partir de ahora seguirá "el mandato en el cara a cara con la ciudadanía que se acerca en la oficina de CSSP en Fuengirola" y en la calle "para escuchar lo que nadie escucha y atender las demandas que lamentablemente pocas personas atienden".