Puigdemont no se da por cesado y mantiene el pulso independentista: "Haremos oposición democrática al 155"

Carles Puigdemont, en una declaración institucional desde Girona tras ser cesado como presidente de la Generalitat.
Carles Puigdemont, en una declaración institucional desde Girona tras ser cesado como presidente de la Generalitat.
GOVERN DE LA GENERALITAT
Carles Puigdemont, en una declaración institucional desde Girona tras ser cesado como presidente de la Generalitat.

El hasta este sábado presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha pedido a los catalanes, tras ser cesado por el Gobierno, defender la declaración de independencia aprobada en el Parlament y hacerlo con civismo, con "la oposición democrática a la aplicación del artículo 155" de la Constitución.

Durante su discurso, Puigdemont no se ha dado por cesado. "En una sociedad democrática son los parlamentos los que eligen o cesan a los presidentes", ha añadido este sábado ante la Delegación del Govern en Girona, en una declaración institucional grabada y emitida por TV3 —durante su comparecencia estaba en un bar—.

El expresident de la Generalitat ha pedido "paciencia, perseverancia y perspectiva" a los catalanes para "defender las conquistas conseguidas hasta hoy".

Se trata de sus primeras palabras públicas desde que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el cese de todo el Govern el viernes por la noche, horas después de declararse la independencia en el Parlament.

Puigdemont ha defendido que la jornada de este viernes en el Parlament fue "un día histórico, cargado de sentido democrático y de sentido cívico", y que supuso cumplir con el mandato que había recibido en las elecciones catalanas del 27 de septiembre de 2015. Ha lamentado que el anuncio de Rajoy de cesarle y de disolver el Parlament supone una intervención del autogobierno catalán y "son decisiones contrarias a la voluntad expresada por los ciudadanos del país en las urnas".

Puigdemont no ha querido desvelar ni los contactos que están manteniendo los miembros cesados de su Govern ni los debates y acuerdos que están adoptando para dar contenido a la declaración de independencia de este viernes en el Parlament —que fue disuelto—.

No obstante, Puigdemont ha querido dejar claro que no acata la aplicación del 155: "Nuestra voluntad es continuar trabajando para cumplir los mandatos democráticos y a la vez buscar la máxima estabilidad y tranquilidad, entendiendo las dificultades lógicas que comporta una etapa de esta naturaleza, que nuestro país no ha recorrido nunca".

Llama a la no violencia

Puigdemont ha asegurado que Cataluña ha entrado en una etapa que los catalanes tienen que "continuar defendiendo con un incasable sentido cívico y compromiso pacífico": sin violencia, sin insultos, de manera inclusiva, respetando todos los símbolos y también las protestas contra la independencia.

Este llamamiento explícito a la no violencia supone un treta jurídica para evitar que la Fiscalía se querelle contra él por un delito de rebelión, que persigue a los que "se alzaren violenta y públicamente" para, entre otros fines, lograr la independencia de una parte del territorio nacional, conlleva penas de entre 15 y 25 años de cárcel para los responsables de impulsarla y, en el caso de que los hechos sean más graves, de 25 a 30.

En este sentido, ha pedido trabajar para construir un país libre con fraternidad con los pueblos del mundo empezando por los pueblos de España, al que considera que Cataluña debe querer vincularse "desde el respeto y desde el reconocimiento mutuo".

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