El Museo Fournier de Naipes de Álava ha recibido este miércoles la donación de cuatro naipes del Siglo XVI por parte de Soledad de Cossío, cuya familia realizó un hallazgo casual durante unas obras de rehabilitación realizadas en la década de 1940 en el Palacio de los Enríquez de Baza (Granada), entonces de su propiedad.

En un comunicado, la Diputación Foral de Álava ha explicado que la donante considera estos naipes una muestra del legado cultural y que deben ser custodiados por una institución "de prestigio", por lo que propuso que fuera el Museo Fournier de Naipes el que los preservara.

Se trata de cuatro cartas sueltas (2, 3 y 4 de espadas, y 9 de oros) de una baraja española, realizadas de forma tradicional mediante impresión por xilografía, con matriz de madera y coloreadas a la trepa con plantilla (tres colores).

En el dos de espadas consta además la inscripción (también impresa mediante xilografía) "fechas (ilegible)" en la que se detallaría posiblemente la procedencia o el año de impresión.

Los naipes poseen las habituales señales de uso, pero se encuentranbien protegidos y conservados en materiales adecuados para su conservación.

La donante realizó un primer contacto con el museo en el año 1998 con el objeto de consultar sobre su antigüedad y obtener mayor información sobre los naipes.

En respuesta a su solicitud se le informaba sobre una cronología cercana a 1520. De todas formas, no se descarta que un estudio técnico más completo pueda revelar información complementaria sobre su lugar de fabricación o aproximar aún más la cronología.

"La aceptación de la donación supone incrementar un conjunto importante de naipes de esta época dentro de la colección del Museo, de los que únicamente posee hasta el momento 5 barajas más, del mismo modo muy incompletas y considerados bastante raros y de mucho interés debido a su antigüedad", ha señalado la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Igone Martínez de Luna.

"HALLAZGOS CASUALES"

En este sentido, ha explicado que, "por lo general, estos naipes suelen ser localizados en forma de hallazgos casuales, insertos en legajos de diferente documentación antigua, o en obras de remodelación de algunos palacios, iglesias y otros edificios singulares".

La responsable foral ha destacado que el Palacio de los Enríquez de Baza es uno de estos edificios singulares y este hecho le confiere un "valor histórico añadido" a los naipes. Fernando el Católico había donado esta finca a su sobrino Enrique Enríquez por su colaboración en una de las fases de la conquista de Granada.

La construcción del palacio comenzó hacia 1507, y fue reformado en varias ocasiones durante el siglo XVI. Es muy posible que en una de aquellas reformas tuviera lugar el ocultamiento de los naipes.