Buj ha explicado que esta fase de prealerta consistirá en "una campaña de sensibilización, cerrar el agua de las fuentes municipales y tener cuidado con el riego de parques y jardines".

La alcaldesa, que he querido trasladar un mensaje de tranquilidad, ha señalado que está cerca el invierno "y no habrá problemas", para confiar en que llueva en otoño, invierno y primavera y dejar claro que "el agua para consumo está garantizada hasta que la situación revierta".

En este sentido, Buj ha anunciado que se creará una comisión específica para hacer seguimiento mensual de la sequía y ha recomendado realizar "un consumo responsable del agua", y, por ejemplo, "que no se vacíen las piscinas, porque no sabemos si el verano que viene se podrán llenar".

"Si la situación no mejora, empezaremos por cortar el riego", ha detallado, recordando que aunque ésta no es la primera situación de sequía que sufre la ciudad, sí es la primera en que hay un Plan de Emergencia.

CIERRE DE FUENTES

El cierre de las fuentes que comienza este lunes no afectará a todas, ya que quedarán en servicio la del Torico y la existente junto al Ayuntamiento, pero sí se cerrarán la del paseo del Óvalo y la Fuente Torán, al inicio del Ensanche.

La sequía actual no afecta a todas las zonas por igual; mientras que en las sierras de los Montes Universales el pasado invierno se recogieron unos 40 centímetros de nieve, en la sierra de Gúdar la nieve alcanzó los 120 centímetros.

El pantano del Arquillo, un embalse de regulación para el riego en el cauce del Guadalaviar, desde el que se suministra agua a la red de la ciudad, se encuentra en niveles muy bajos; también el cauce del río Jiloca está en mínimos y la Fuente de Cella, el mayor pozo artesiano de Europa, carece de agua.

El suministro de la ciudad de Teruel también toma agua de pozos en Caudé y ya se han puesto en marcha los de reserva situados en la pedanía de San Blas.