La exposición '1957. La Batalla contra el Barro' recuerda en València la lucha del Ejército contra los efectos de la riada que en octubre de 1957 asoló esta ciudad y su papel para devolver la normalidad a sus calles tras la crecida del río Turia. La muestra se exhibe entre el 18 de octubre y el 10 de diciembre en la Fundación Bancaja coincidiendo con el 60 aniversario de esta riada y el 175 de Capitanía General de València.

Esta propuesta, organizada por la Delegación de Defensa en la Comunitat Valenciana, la conforman fotografías de la época, un audiovisual elaborado por la Universitat de València (UV) y la Universitat Politécnica de València (UPV), reproducciones de recortes de prensa que narran la riada y documentos como el diario del militar que coordinó las labores de ayuda, el general Gómez-Guillamón.

En declaraciones a Europa Press Televisión, el comisario de la exposición, Juan de la Puerta, quien ha señalado que esta muestra "representa la tragedia que supuso la riada para Valencia". Además, ha destacado que en un princio la ciudad de Valencia se iba a recuperar en ocho meses, pero "gracias al trabajo de 3.000 militares procedentes de toda España se pudo recuperar en seis o siete semanas".

"El Ejército fue la antesala de lo que sería hoy la UME", ha indicado Juan de la Puerta, poniendo en valor el trabajo que realizaron los militares hace 60 años.

Al inicio de la exhibición, cuyas explicaciones se pueden seguir en valenciano y en castellano, se puede ver una pala de 1957, el "arma" con la que principalmente trabajaron los militares que participaron en las labores para retirar el barro que dejó cubierta València tras la crecida del Turia. Se calcula, como se indica en la muestra, que en seis semanas se retiró más de 1 millón de toneladas de barro.

Junta a la pala un escrito explica que en la madrugada del 14 de octubre de 1957 el río inundó València y que ese mismo día, durante la noche, una segunda crecida anegó de nuevo la ciudad. Asimismo, señala que cuando las aguas bajaron, la capital valenciana estaba cubierta de agua, paralizada, sin suministros, sin electricidad, sin agua corriente y con la red de alcantarillado y las principales vías de comunicación colapsadas o cortadas.

Ante esa situación, recuerda, el Ayuntamiento solicitó la intervención del Ejército para ayudar a recuperar la normalidad que se estimaba que podría reanudarse en "ocho meses" dada la "magnitud de la catástrofe". Por ello, se destinaron a València 3.000 militares de toda España, que fueron bautizados como 'La Quinta del Barro', con 400 vehículos y maquinaria.

La exposición, de entrada gratuita, puede visitarse de lunes a sábado de 10 a 14 horas y de 17 a 21 y los domingos, de 10 a 14 horas. Este montaje se estructura en torno a varios apartados que van relatando la acción de los militares destinados a València: 'Con el agua al cuello', 'València con pies de barro', 'Por tierra mar y aire', 'Tender puentes', 'El Palleter, la llamada del Ejército', 'Despliegue', 'La estación', 'Fallas en octubre' 'Con lo puesto', 'Hijos, que Dios os lo pague' y 'La Quinta del Barro'.

VISTA AÉREA PARA REMEMORAR LA TRAGEDIA

En la muestra se puede contemplar, asimismo, una vista aérea del antiguo cauce del Turia realizada el 16 de octubre de 1957, dos días después de la crecida. La sala que alberga la exposición ha sido decorada por Francisco Santana para crear un ambiente que lleve al visitante a comprender "la magnitud de la tragedia". Este espacio, como ha detallado el artista gráfico, se ha pintado de azul y marrón para evocar el agua que cubrió la ciudad y el barro que arrastró y se ha decorado con dibujos que muestran militares trabajando.

Con esta iniciativa se pretende, como ha reiterado el coronel Morenza y los comisarios, dejar constancia de "la importante y esencial participación de las Fuerzas Armadas en la recuperación de València tras la riada de 1957".