Para el colectivo, el arbolado tiene que tener controlado el matorral del suelo. Así, señala que las especies exóticas como pinos y eucaliptos "favorecen especialmente la propagación de los incendios". "El monte bajo tiene que disponer de franjas totalmente limpias que hagan de cortafuegos delimitando espacios pequeños", señalan, añadiendo que "es imprescindible que las pistas de acceso estén limpias y sean útiles para acudir con medios adecuados de extinción, además de que haya depósitos y tomas de agua en todas partes. O sea, gestión".

Asturias Ganadera señala que hace falta una política para el medio rural que permita a los vecinos "vivir bien en sus pueblos". "La ausencia de política se sustituye por pseudopolíticas como crear 'espacios protegidos', parques y similares que lo único que hacen es expropiar a los vecinos sus derechos e impedir la gestión y aprovechamiento de los recursos", han indicado.

"Son políticas dirigidas a urbanitas que se creen ecologistas y favorecer un tipo de turismo no vinculado a 'lo rural'. Una cosa es que haya 'casas de aldea' o similares en los pueblos y otra, diferente, que estén realmente vinculadas a las explotaciones agroganaderas y sean un complemento", han explicado.

Además, piden un plan para la participación vecinal en la extinción. "Los fuegos, toda la vida, los apagamos los vecinos, a toque de campana, con medios a nuestro alcance, conocimiento del terreno y técnicas de creación de cortafuegos con fuegos controlados que impidieran el avance. Nunca se producían los desastres de ahora. Pero claro, entonces los montes eran verdaderamente vecinales", explican.

Finalmente, acusan a quienes "manipulan la realidad intentando que se relacionen los incendios de estos días con el final de los acotamientos al pastoreo". "El noventa por ciento de la superficie que está quemando en Asturias no son montes de uso ganadero. Encuentren a los pirómanos y denúncienlos uno a uno, sea cual sea su profesión, pero no confundan a la opinión pública con mentiras", han concluido.