Condenado a diez años de prisión al hombre que en 2006 apuñaló a su novia

  • Freddy Orlando, de 36 años, acuchillló en 2006 a su novia, Ana María Urete, de 29 años, tras una discusión.
  • El condenado deberá además indemnizar a la madre y los cuatro hijos de la víctima.
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Un hombre de 36 años fue condenado hoy a 10 años y seis meses de prisión por matar a su novia el 2 de julio de 2006 en el domicilio que ambos compartían en la cuesta de Julio Jiménez de la capital abulense, según la sentencia de la Audiencia Provincial tras el veredicto unánime de culpabilidad del jurado popular.

De nacionalidad dominicana, Freddy Orlando Santiago recibe esta condena después de haber visto cómo el fiscal redujo de 15 a 12 años la petición durante la vista oral celebrada el 12 de noviembre.

La sentencia, que le condena por la muerte de Ana María Ureta, ecuatoriana de 29 años, le condena a aproximarse a menos de 200 metros o comunicarse durante 12 años con Ana Ramona Jama, madre de la asesinada, y con los cuatro hijos de la víctima.

También deberá indemnizar con 10.000 euros a la madre de la víctima y con 50.000 euros a cada uno de los cuatro hijos.

Hechos probados

Los hechos probados de la sentencia ponen de manifiesto que a las cuatro horas del 2 de julio de 2006, Freddy Orlando Santiago, sin antecedentes penales, "mantuvo una discusión con su compañera sentimental Ana María Ureta, cuando se encontraban en el domicilio de aquél".

"Poco después -continua el relato-, el acusado cogió un cuchillo, cuya hoja tenía una longitud de 17 centímetros y una anchura de tres centímetros aproximadamente, y situándose frente a Ana María, con intención de lesionarla le propinó una cuchillada a la altura del esternón, a nivel del cuarto espacio intercostal, que atravesó tórax, cara anterior del pericardio, cara anterior de la aurícula izquierda y cara posterior del pericardio".

"Esta herida causó la muerte" de la víctima "poco después", añade la sentencia, que señala como la mujer "en el momento de suceder los hechos se encontraba en estado de embriaguez", mientras que el homicida "se encontraba en estado anímico muy alterado por efecto de la discusión y los problemas con su ex mujer, y esto afectaba en parte a sus facultades de comprender y elegir su comportamiento".

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