Un estudio analiza de forma pionera la reproducción en delfines, focas o marsopas

Imagen de un delfín mular.
Imagen de un delfín mular.
SUBMON / EFE
Imagen de un delfín mular.

Dara Orbach, una investigadora de la Universidad de Dalhousie en Canadá se ha propuesto entender la reproducción en animales como delfines, focas o marsopas.

A pesar de ser una tarea complicada debido al propio hábitat de los animales, la investigadora Orbach encontró una manera de acercar los hábitos de apareamiento a ella, mediante el estudio anatómico en el laboratorio.

El pasado martes se publicó un nuevo artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B en el que relata los últimos resultados de su trabajo. Orbach se inspiró en el trabajo realizado con insectos y lagartos.

El proyecto consiste en dejar que los insectos se atraigan de forma natural, luego son sumergidos en nitrógeno líquido para congelarlos instantáneamente con sus genitales activos.

Es una técnica que Orbach describió como "realmente emocionante, pero totalmente imposible para cualquier cosa más grande que un insecto minúsculo."

Más adelante, Orbach contactó con una red de científicos de investigación y conservación, a los que solicitó los cadáveres de marsopa recién fallecida; delfines nariz de botella comunes; delfines comunes de pico corto y focas.

El aparato reproductivo de cada animal fue recortado, congelado y enviado a Orbach para su estudio.

El equipo investigó cómo encajan los penes y las vaginas. Así, Orbach tomó moldes de las vaginas y entonces el equipo necesitó inflar los penes para imitar cómo se comportan en animales vivos.

Estudio de la reproducción

Luego, los científicos comenzaron a comprender cómo la anatomía de cada especie encajaba. Eso incluyó la inserción de cada pene en su vagina a juego para crear modelos tridimensionales de las interacciones.

En la observación de las parejas, Orbach dice que ella y sus colegas fueron sorprendidos por el perfecto encaje de ambos. "Estábamos mirando básicamente dos estructuras idénticas", dice.

El equipo vio dos tipos diferentes de este fenómeno, en el que el pene y la vagina cambian a la vez entre sí. Orbach y su equipo encontró que los delfines comunes de pico corto y las focas tienen penes y vaginas bastante simples.

No es así en las marsopas comunes y en los delfines nariz de botella, los penes presentaron sus puntas dobladas y las vaginas parecían atrapar a los penes si no se insertaban precisamente en el ángulo recto. "Eso es algo que no podríamos decir sin poner realmente el pene en la vagina y mirarlos", sostiene la investigadora.

Para Orbach, esto se debería que los pliegues vaginales sirven como una especie de escotilla de escape cuando la hembra se aparea con un macho que ella cree que no esté ofreciendo sus genes sanos.

Si la marsopa marina o el delfín mular se tuerce un poco, la punta del pene no podrá llegar tan cerca de sus huevos, reduciendo la probabilidad de que su pareja se convierta en el padre. "Podría ser capaz de controlar la paternidad a través de algo tan sutil como un pequeño cambio de cuerpo".

El futuro de la investigación

El siguiente paso será comparar estos animales con sus parientes cercanos, incluyendo un hipopótamo cuyo pene diseccionado el mes pasado, además de otros animales como ovejas, cerdos y vacas.

Al mismo tiempo, Orbach afirma que está trabajando para producir vaginas falsas que se parezcan mejor a sus modelos vivos, lo que podría significar que los animales liberan semen más o mejor calidad para la inseminación artificial. "No creo que nadie diga, 'Oh, eso es aburrido'", concluyen los investigadores.

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