Recuperar los humedales en el Mar Menor y apostar por un modelo de agricultura más sostenible podrían ser dos de las soluciones para resolver los problemas del Mar Menor. Al menos, así lo han expuesto en la Comisión especial del Mar Menor de la Asamblea Regional la profesora de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, Francisca Giménez, y la profesora de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia, Rosa Gómez, quienes han comparecido junto a la funcionaria de la Consejería de Medio Ambiente, Francisca Baraza en la Asamblea para exponer la problemática y las posibles soluciones del Mar Menor.

Durante la comparecencia, las tres han coincidido en que el estado del Mar Menor es "bastante crítico". "El Mar Menor ha tenido un colapso ambiental del que no se ha recuperado", ha afirmado la profesora de la Universidad de Alicante, Francisca Giménez, que ha aportado que los sistemas de control del Mar Menor, "no han podido resistir las agresiones que se le estaban haciendo y ha reventado".

La profesora de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia, Rosa Gómez, ha expuesto que uno de los problemas de la laguna es que "se han hecho desaparecer" los humedales naturales que protegían el Mar Menor. A su juicio, habría que recuperar los humedales naturales y crear otros artificiales para que actúen como lo hacen aquellos que son naturales y ayuden a eliminar los nitratos.

"El nitrato es muy difícil de eliminar, uno de los procesos de desnitrificación se produce de forma natural en los humedades", ha dicho la investigadora recalcando, al igual que lo han hecho las otras dos comparecientes en que el problema del Mar Menor "se debe atajar a nivel de cuenca".

Además de eso, Gómez ha puntualizado que "no se puede hablar de vertido cero", ya que aunque se consiga reducir los vertidos por parte de la agricultura, "se está hablando de un sistema natural en el que también se reciben nutrientes con las lluvias".

"Lo importante es diagnosticar las vías de entrada de nutrientes y ponerles remedio", ha indicado durante su turno de comparecencia. La investigadora ha recordado que la agricultura, tal y como se concibe en la actualidad, "es incompatible" con la protección de la laguna, por lo que ha abogado a un cambio de modelo y una derivación hacia un modelo "más sostenible".

"El problema del Mar Menor viene de actividades que tienen lugar en su cuenca vertiente", ha afirmado Gómez, quien ha destacado la agricultura como "causante" del proceso de eutrificación (exceso de nutrientes) en la zona, así como los vertidos provenientes de las desaladoras.

En ese sentido, ha apuntado que un 56% del agua que entraba por superficie a la laguna salada provenía de la rambla de El Albujón, pero que un 44% de la misma "entra por otras fuentes", indicando la importancia de un estudio que "averigue" la entrada también de agua subterránea en la laguna salada.

"INSENSATEZ" DE LOS GESTORES

Por otro lado, la profesora de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, Francisca Giménez, ha indicado que actualmente se está en fase de análisis de las consecuencias reales que está teniendo el estado del Mar Menor, aunque ha señalado que algunas de ellas afectan a las especies de la laguna salada. A su juicio,

el estado al que ha llegado el Mar Menor se debe a la "insensatez" de los gestores políticos que han "desoído las advertencias que se estaban haciendo".

Además de eso, la investigadora ha hecho referencia al proceso de eutrofización, es decir, exceso de nutrientes, en el Mar Menor. "En los primeros años estaba más relacionado con los vertidos urbanos, pero ahora lo está con la actividad agrícola", ha continuado antes de que su compañera, la profesora de la Universidad de Murcia, Rosa Gómez, afirmara que la agricultura tal y como se desarrolla en la actualidad "no es compatible con la laguna; hay que buscar una agricultura sostenible, otro modelo de desarrollo agrícola. Quitando el problema de origen, iremos avanzando mucho".

Entre las propuestas de mejora aportadas por Giménez para mejorar el estado de conservación de la zona, ha manifestado que el vertido cero no consiste en "hacer hermético" el Mar Menor, sino evaluar cómo evoluciona la laguna en cada época del año y actuar en consecuencia. También ha abogado por potenciar la investigación en programas de seguimiento a largo plazo y plantear una restauración intgral de la zona con una serie de planes que partan del Ministerio.

Por su parte, la funcionaria Francisca Baraza ha recordado que desde hace 30 años se llevan realizando una serie de acciones en el Mar Menor que "no han concluido". Ha expuesto que la primera ley específica del Mar Menor se aprobó en el año 87.

"La ley del 87 se hizo porque ya había una laguna y una necesidad de gestión integral de toda la laguna y su área de influencia", ha dicho. Baraza ha expuesto que la ley del 87 abordaba parte de la cuenca vertiente, pero ha instado a que se planifiquen los usos y se establezca un control sobre la laguna salada en una ley específica.

Los diputados de los distintos grupos parlamentarios también han intervenido en la comisión. Desde el PSOE, Yolanda Fernández, considera que han sido 30 años "perdidos de normas" y que de haber aplicado la ley que "ya estaba encima de la mesa, lo mismo no se hubiera llegado a la situación de ahora".

El diputado de Podemos, Andrés Pedreño, ha dicho que la voluntad política "es determinante" en este asunto y ha instado a que se fomente la participación social para enocntrar una solución. Desde Ciudadanos, Luis Francisco Fernández, ha criticado la "inacción" del Gobierno regional en este asunto; a él no le ha parecido del todo mal la solución de los humedales artificiales, pero ha puntualizado que primero habría que valorar costes y conocer su efectividad.

Finalmente, el 'popular', Jesús Cano, ha asegurado que el decreto-ley de medidas urgentes para el Mar Menor recoge las propuestas del comité científico y ha advertido que el filtro verde aún no se ha llevado a cabo por "problemas administrativos", aunque está previsto "ponerlo en marcha cuanto antes".