La CRUE (Conferencia de Rectores de la Universidad Española) denuncia que España sigue manteniendo uno de los niveles de precios universitarios más elevados de la Unión Europea y uno de los niveles más bajos de dotación de becas, debido a los recortes en la educación superior que continúan afectando "severamente" además a la inversión en I+D.

Estas son algunas de la conclusiones que los rectores extraen de su informe 'La Universidad Española en Cifras 2015/2016', presentado este lunes, en el que se aportan más de 900.000 datos recogidos de la mayoría de las universidades españolas, tanto públicas como privadas. Las principales evidencias de esta décima edición del estudio son:

España sigue manteniendo los precios públicos universitarios más elevados de los títulos de grado y de máster de toda la Unión Europea. Solo superada por Irlanda, Reino Unido, Holanda e Italia. El importe medio anual de una matrícula de grado está en 1.110 euros, el de un máster en 1.991. Por Comunidades Autónomas, las más caras en grados son Madrid (1.556) y Cataluña (1.509). Las más baratas serían Galicia (713) y Andalucía (757). Respecto a la variación entre los años 2008 y 2016, las autonomías que más se han encarecido han sido Castilla-La Mancha, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

El pago de los precios públicos impacta directamente en el esfuerzo económico que supone para las familias. Si se analiza el esfuerzo sobre la capacidad de renta en cada Comunidad Autónoma, se observa que Castilla La Mancha encabeza el nivel de esfuerzo con un 6,23% sobre su renta per cápita y en el extremo opuesto Galicia sólo requiere un esfuerzo del 2,75%.

La CRUE opina que urge una reforma del sistema español de becas vigente para condicionarla exclusivamente a la capacidad económica del alumno. Su informe asegura que los importes de las becas y la inversión en esta partida no han dejado de bajar desde 2012. El esfuerzo público en relación al PIB ha bajado un 13,6%. El montante de fondos dedicados a becas desde entonces se ha reducido un 11,08%, de 943,29 millones a 838,80. Y la dotación por alumno ha bajado "bruscamente", hasta valores de 2006: la financiación media de los becarios ha pasado de 3.256 euros del curso 2012/2013 a los 2.649 en el 2015/2016 (unos 600 euros menos).

Los rectores han calculado además que unos 70.000 alumnos por curso han visto alteradas sus expectativas de acceso a las ayudas debido al cambio de los criterios para acceder a una beca. La CRUE considera que el modelo nuevo para acceder a la condición de becario (notas y umbrales de renta) supone una "exclusión discrecional" de colectivos que, pudiendo matricularse en estudios universitarios, se les niega la posibilidad de solicitar ayudas económicas. Son los que aprueban pero no llegan a 5,5 de nota media para optar a beca de matrícula o a 6,5 para el resto de ayudas adicionales.

En el informe se asegura que "la precarización del estatus de becario" hace que "ante la insuficiencia económica" los estudiantes tengan que "acudir necesariamente a realizar actividades laborales esporádicas que limitan su tiempo para el estudio y que probablemente tengan consecuencias en sus resultados académicos" y en las posibilidades de renovación de su condición de becario que determinan su continuidad en los estudios universitarios.

A pesar de que el número total de becados es ahora mayor, porque la crisis ha empeorado la situación económica de las famileas, en la presentación del informe el presidente de los rectores, Segundo Píriz, ha afirmado que sistema de becas es de los "más débiles" de la UE y ha pedido al Gobierno una subida en su número y cuantía, informa EFE. Los rectores ven "preocupante" que las autoridades ministeriales no consideren necesario cambiar los parámetros del régimen general de becas, tal y como puede comprobarse en la convocatoria de ayudas para 2017/2018. "Si el aprobado en la Universidad es el 5, no se entiende que para pedir una beca se tenga que sacar más nota que esa", ha añadido Píriz.

La evolución de las enseñanzas universitarias registran por su parte un moderado retroceso del 4,2% entre los años 2008 y 2016. No así los títulos de máster, que se han visto incrementados un 239,2%. La oferta de titulaciones está en la media de otros países, con Universidades de un tamaño algo mayor en cuanto a número de alumnos.

La CRUE considera que desde 2008 las Universidades han corregido los problemas de eficiencia que estaban asociados a las titulaciones de menor demanda.

Las titulaciones con menos de 20 alumnos representan ahora el 12% del total de la oferta, cuando en el curso 2008/2009 eran el 20%. Sin embargo, en el último año han vuelto a subir, sobre todo por el impulso en la universidad privada, donde la oferta es el cuádruple mayor que en la pública.

España, sin embargo, mantiene un acceso a estudios universitarios inferior al de los países desarrollados de su entorno. Con datos de 2014, España contaba con el 35% de población con estudios superiores. En los países con los mejores sistemas universitarios este porcentaje sube a 44% en Reino Unido o 45% en los Estados Unidos. También en la franja de jóvenes España tiene menos universitarios (41%) que Reino Unido (49%) y Estados Unidos (47%).

En cuanto a la demanda, el informe recoge que el número de estudiantes que optan por la universidad privada ha subido un 21,13%, mientras que en ese mismo periodo las universidades públicas perdieron un 7,24% del alumnado. El último dato sobre alumnos en la privada es de 178.475; en la pública son 1.143.223. Los estudiantes de grados han incrementado su preferencia hacia las ramas de Ciencias, Ciencias de la Salud y las Humanidades, reduciéndolas en las ramas de Ingeniería y Arquitectura. Además, las mujeres siguen siendo mayoría, y los hombres reducen su participación entre el alumnado.

Los rectores denuncian que los recortes de financiación pública siguen afectando severamente a las universidades, aunque algo empieza a cambiar porque 13 de las 17 autonomías han incrementado la partida presupuestaria en el último curso. La crisis, eso sí, ha envejecido las plantillas de profesorado universitario. Mientras en 2008 la mayoría tenía entre 40 y 50 años, hoy son mayoritarios los docentes entre 50 y 65 años. Y respecto a la inversión en investigación y desarrollo, el informe denuncia que ha bajado entre 2008 y 2015 un 7%, mientras que en el resto de países de la OCDE se subió, de media, un 4,9%.