La paz y la tranquilidad han marcado el ambiente en los centros de votación en Venezuela, donde más de 16 millones de electores estaban convocados a las urnas para pronunciarse sobre la reforma constitucional presentada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien ha señalado que aceptará los resultados, "sean cuales sean". Los centros electorales habilitados debían cerrar oficialmente a las 16.00 hora local (20.00 GMT), aunque algunos siguen abiertos. La expectación por conocer los resultados es máxima.

Bajo un cálido sol y una agradable brisa, típicos de la época navideña caraqueña que comienza, los venezolanos esperaron pacientes en las colas fuera de los numerosos centros de votación habilitados para el referendo nacional, el quinto que se realiza en Venezuela desde que Chávez asumió el Gobierno en febrero de 1999.

"Éste ha sido uno de los procesos más tranquilos que hemos tenido", ha reconocido la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. Sin embargo, se han registrado algunos incidentes como la detención de 45 personas por destruir material electoral, según indica Eluniversal.com

El diputado venezolano Ismael García, que recientemente abandonó las filas afines al Gobierno, denunció que "un espontáneo sacó un arma contra el general Raúl Baduel", quien asimismo se ha alejado del gobernante.

Irregularidades

El referéndum, caldeado y polarizado por los partidarios del "Sí" y del "No", ha sido denunciado por los eurodiputados populares Luis Herrero y Carlos Iturgaiz, quienes han señalado la "ausencia de respeto a las normas de la observación internacional". Luis Herrero, de misión en Caracas como observador internacional, ha señalado que el presidente venezolano ya no acata "ni la liturgia democrática", ya que " durante la jornada de reflexión, Chávez compareció durante cinco horas" en una rueda de prensa.

La mayoría de las mesas de votación se instalaron temprano, aunque con algunos con retrasos de dos horas respecto a la hora oficial de apertura, señalaron responsables de centros electorales del este y oeste caraqueños. Los venezonalos fueron llamados a votar a toque de diana, como marca la tradición en Venezuela.

Electorado

Los electores conversaban tranquilamente sobre temas políticos y también de otros asuntos, como ponerse al día sobre la vida de amigos y vecinos que hacía tiempo no veían y con los que se han topado mientras esperaban para ejercer su derecho al sufragio. "Voté rapidísimo, el sistema (automatizado de votación) es sencillo y rápido", dijo Sol Córdoba, una ama de casa que indicó que "el retraso se produce en la cola para entrar al centro de votación y luego ante las máquinas capta-huellas" o de identificación del elector.

La "lentitud" de las máquinas de identificación del votante, que busca impedir la duplicidad del sufragio, fue señalada por varios responsables de centros de votación como la principal causa de los retrasos en el proceso, aunque varios electores dijeron que ese trámite les pareció "rápido". "Lo mejor es el sistema (automatizado) de votación, que fue hecho por jóvenes, que son muy prácticos", declaró Junto Martínez, de 68 años, profesor jubilado y ex director de un colegio público del oeste de Caracas, quien alabó la "cordialidad" de los efectivos militares que custodian los centros electorales.

Sufragios

Las personas mayores fueron las que encontraron mayores dificultades para manipular el sistema automatizado de votación, "uno de los más modernos y confiables del mundo", según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Luis Alberto Marín, uno de los coordinadores del centro electoral del liceo Andrés Bello, dijo que hasta el mediodía se habían registrado "11 casos" de sufragios que "salieron nulos" porque a los votantes, todos ancianos, les venció el tiempo que da la máquina para ejercer ese derecho.

Mientras el proceso electoral discurría en paz, las actividades en Caracas continuaban como cada domingo: panaderías, quioscos y restaurantes abiertos, calles y avenidas con tráfico normal de vehículos y parques con personas disfrutando al aire libre. Eso sí, sin alcohol, por la aplicación de la llamada "ley seca", que rige desde el sábado por la mañana y concluirá el lunes.