Hombres, mujeres, ricos, pobres, guapos, feos... los gases, las flatulencias, los vulgarmente llamados pedos son cosa de todos. Asociados al mal olor, éste puede ser de diferentes intensidades, e incluso el sexo del que los expele puede ser determinante.
Gizmodo recoge en un reportaje los motivos por los que los pedos huelen mal. Cabe decir primero que una flatulencia es el nombre que recibe la mezcla de gases intestinales que es expulsada por el ano. Proceden de tres fuentes: los alimentos que hemos ingerido, el dióxido de carbono que se produce por la neutralización del ácido gástrico y del propio aire que tragamos.
Un estudio de 1998, llevado a cabo por Michael Levitt, reveló que el mal olor depende en gran medida de la presencia de altos niveles de sulfuro de hidrógeno, metanotiol y sulfato de dimetilo. En esta investigación se detectó que en el caso de las mujeres, hay una concentración mayor de sulfuro de hidrógeno respecto a los hombres, pese a que estos producen un mayor volumen de gases.
El mal olor depende mucho de la dieta. Así, el azufre, presente en muchos alimentos (brócoli, cebolla, huevos, carne), reacciona con las bacterias de nuestro intestino y generan gases malolientes como el metanotiol.
En cuanto a qué alimentos son mejores para evitar el hedor de las faltulencias, los médicos recomiendan una dieta rica en proteínas y abundante en productos como arroz, maíz, patata y mucha agua. En cambio, el alcohol, las manzanas, las peras, las sandías, los espárragos, los puerros, la cebolla, el ajo, el aguacate, los champiñones o la coliflor son ricas en azufre y favorecerán el mal olor de los gases.
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