El PSOE terminó el pasado domingo los procesos de primarias para renovar sus secretarías generales autonómicas. Tras las victorias de Javier Lambán en Aragón y de Gonzalo Caballero en Galicia, el nuevo mapa del poder regional socialista está ya listo. Y la principal conclusión es que el frente crítico con Pedro Sánchez ha menguado, pero ni mucho menos ha desaparecido.

En su primera etapa como líder del PSOE (julio 2014-octubre 2016), Sánchez tuvo entre sus principales opositores internos a los presidentes autonómicos de su partido. Todos, salvo la balear Francina Armengol, estuvieron entre quienes maniobraron para precipitar el final de su mandato, y todos ellos han logrado revalidar su cargo en los congresos regionales.

Aunque no ha logrado relevar a ninguno de esos barones, el sanchismo se ha apuntado tantos en federaciones pequeñas y medianas. En otros territorios como Madrid también se han impuesto candidatos de la cuerda de Ferraz, pero han tomado el testigo a líderes igualmente afines a la dirección federal. Cuatro barones cercanos a Sánchez han mantenido su puesto.

Así queda el mapa de las federaciones del PSOE:

Susana Díaz (Andalucía). La rival de Sánchez en las primarias federales fue la única que logró los avales necesarios para competir por la Secretaría General del PSOE-A, de modo que revalidó su cargo orgánico sin llegar a pasar por las urnas. No sólo eso: el susanismo se impuso en todos los congresos provinciales del PSOE andaluz, alineado con Díaz de forma muy mayoritaria.

Ximo Puig (Comunitat Valenciana). Puig apoyó a Díaz y quedó tocado porque Sánchez se impuso con claridad en la Comunitat. Sin embargo, ganó las primarias del PSPV frente al alcalde de Burjassot, el sanchista Rafa García (56,7% a 42,4%), que tenía el apoyo de plataformas de militantes y, en privado, las simpatías de Ferraz. Ha comenzado a limar asperezas con Sánchez y su equipo.

Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha). A diferencia de la Comunitat Valenciana, donde Ferraz tomó partido por un candidato, la dirección federal no intentó descabalgar a García-Page. El presidente castellanomanchego, aún así, tuvo rival en las primarias: José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca de Heneras, afín a Sánchez y que perdió con claridad (71% a 29%).

Guillermo Vara (Extremadura). Tras las primarias federales, Sánchez ofreció a Vara presidir el Consejo de Política Federal del PSOE y éste aceptó. Fue el inicio del deshielo de las relaciones entre el extremeño y Ferraz, que no apoyó a ningún candidato alternativo en las primarias regionales. Vara se impuso con contundencia al lograr más del 65% de los votos, frente al 25% de la diputada regional Eva Pérez y el 9% del militante Enrique Pérez.

Javier Lambán (Aragón). Como Puig, quedó tocado tras las primarias federales por su apoyo a Susana Díaz, insuficiente para decantar la balanza en Aragón a favor de la andaluza. Ferraz barajó la opción de la diputada Susana Sumelzo para plantarle cara, pero ella no quiso presentarse. Finalmente lo hizo la exconcejal del Ayuntamiento de Zaragoza Carmen Dueso, a quien Lambán derrotó este domingo (55% contra 44%).

José Manuel Franco (Madrid). El candidato de Ferraz arrasó en las primarias del convulso PSOE-M con el 71% de los votos. Portavoz adjunto de Ángel Gabilondo en la Asamblea de Madrid, sustituye en el cargo a Sara Hernández, alcaldesa de Getafe a quien Sánchez aupó en 2015 tras destituir a Tomás Gómez y que nunca consiguió consolidar su lideragzo. Hernández no se presentó a la reelección y apoyó a Franco, que no será candidato ni a la Asamblea ni al Ayuntamiento.

Gonzalo Caballero (Galicia). Tras año y medio pilotado por una gestora, el PSdeG eligió este domingo a Caballero, que ganó al preferido de Ferraz y diputado regional, Juan Díaz Villoslada, con el 58% de votos. Profesor de la Universidad de Vigo y sanchista, Caballero es sobrino del alcalde de Vigo, Abel Caballero, al que lleva años enfrentado. Durante la campaña, pactó con el tercer precandidato, el portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga, que retiró su candidatura.

Adrián Barbón (Asturias). El equipo de Pedro Sánchez se apuntó un tanto con la victoria de Barbón, alcalde de Laviana, frente a José María Pérez, portavoz en el Ayuntamiento de Gijón (61% contra 38%). El nuevo líder de los socialistas asturianos sustituye a Javier Fernández, presidente del Principado que no optó a la reelección y que pilotó la gestora federal entre octubre de 2016 y mayo de 2017. Barbón es de la total confianza de la número dos del PSOE, Adriana Lastra.

Ángel Víctor Torres (Canarias). Como la gallega, la federación canaria estaba dirigida por una gestora desde noviembre de 2016, cuando dimitió su anterior líder, José Miguel Pérez. Torres, líder del partido en la isla de Gran Canaria y el más afín a Sánchez de los tres candidatos, ganó las primarias en julio con un 43,6% de los votos, imponiéndose a la exvicepresidenta canaria y susanista Patricia Hernández (32%) y al exministro y eurodiputado Juan Fernando López Aguilar (24%)

Diego Conesa (Murcia). En unas primarias a doble vuelta –Murcia es la única federación donde se votó dos veces–, el alcalde de Alhama ganó a la diputada María González Veracruz, también sanchista –aunque en las primarias apoyó inicialmente a Patxi López–, y a al alcalde pedáneo de El Raal, Francisco Lucas, que respaldó a Susana Díaz. Conesa releva a Rafael González Tovar, padre de González Veracruz y que no se presentaba a la reelección.

Pablo Zuloaga (Cantabria). El alcalde de Santa Cruz de Bezana, uno de los principales apoyos de Sánchez en la comunidad, venció a la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos (53% contra 46%). La convivencia entre ambos se está demostrando complicada desde entonces: la dirección de Zuloaga ha exigido a Tezanos cambios en su equipo de Gobierno e incluso llegó a amenazarla con un expediente y con la expulsión si no acataba esas órdenes.

Francisco Ocón (La Rioja). El anterior secretario general, César Luena –que fue secretario de Organización de Sánchez, pero apoyó a Patxi López–, renunció a la reelección y su sucesor es Francisco Ocón, que era a su vez número dos de Luena y que ganó, con un 57% de los votos, a Félix Caperos, alcalde de Casalarreina y diputado regional. En los planes de Ocón no está presentarse como candidato a la Presidencia: su apuesta es Concha Andreu, portavoz en el Parlamento riojano.

Miquel Iceta (PSC). El primer secretario del PSC se mantuvo fiel a Sánchez durante las primarias federales, y éste arrasó entre la militancia catalana: logró el 82% de los votos frente al 12% de Susana Díaz. Desde su vuelta a Ferraz, Sánchez ha tenido gestos hacia el PSC como la celebración de la primera reunión conjunta de las ejecutivas de ambas formaciones, y ha cuidado la sintonía con el partido hermano del PSOE en Cataluña. Este mismo lunes, participó en la reunión de su Ejecutiva.

Luis Tudanca (Castilla y León). Secretario general desde 2014, Tudanca siempre se mantuvo próximo a Sánchez. Candidato del PSOE en las autonómicas de 2015, cuando el PP se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, lidera la oposición en la región. Sánchez lo premió con la Presidencia del 39º Congreso Federal del PSOE, que se celebró a mediados de junio. Revalidó su cargo sin pasar por las urnas, porque ningún otro militante presentó los avales para concurrir a las primarias.

Idoia Mendia (PSE). La líder de los socialistas vascos tampoco tuvo rival en las primarias del PSE, porque Unai Ortuzar, exconcejal del PSE en Lemoa (Bizkaia) que anunció su intención de disputarle el puesto, no logró reunir los avales. Mendia apoyó al exlehendakari Patxi López frente a Sánchez para la Secretaría General del PSOE, pero es afín a la actual dirección de Ferraz.

Francina Armengol (Baleares). Fue la única presidenta autonómica socialista que no apoyó a Susana Díaz para liderar el PSOE. Inicialmente respaldó a Patxi López, pero acabó pidiéndole dar un paso atrás para facilitar la victoria de Sánchez. Firme defensora del no a Rajoy en la investidura, revalidó su cargo sin dificultades por la ausencia de rivales internos en su federación.

María Chivite (Navarra). Secretaria general de su federación desde finales de 2014 y candidata socialista en las autonómicas de 2015, Chivite fue otra de las contrarias a la abstención en la investidura y de las defensoras de Pedro Sánchez. Revalidó su cargo interno sin pasar por las urnas porque nadie le disputó el liderazgo del partido en Navarra.