Ana de Armas: "Para mí, la mejor forma de encajar en Hollywood es no encajando"

  • Este viernes 6 de octubre se estrena 'Blade Runner 2049'.
  • La actriz Ana de Armas es Joi, uno de los personajes principales del filme.
  • La intérprete espera que este papel suponga paa ella un antes y un después.
La actriz cubana Ana de Armas en la presentación de 'Blade Runner 2049'.
La actriz cubana Ana de Armas en la presentación de 'Blade Runner 2049'.
GTRES
La actriz cubana Ana de Armas en la presentación de 'Blade Runner 2049'.

La actriz cubana Ana de Armas, cuyo nombre estuvo ligado durante años a la ficción española El internado, ha dado el salto definitivo a Hollywood. Tras haber trabajado con actores de la talla de Robert De Niro, Keanu Reeves, Miles Teller y Jonah Hill, la joven ha recibido el empujón mediático y profesional definitivo gracias a Blade Runner 2049, secuela del clásico de ciencia ficción de Ridley Scott en el que ella asume uno de los papeles principales, el de la compañera del protagonista, K (Ryan Gosling).

¿Qué puede contar sobre su personaje?

Joi es un misterio. Es un personaje complejo, con muchas capas. Tiene un arco bastante grande en el que se ve cómo aprende y se va transformando. Es muy importante en la vida de K. Es su amante, también su mejor amiga, su única amiga, la única persona en la que puede confiar. Es el rayito de luz al final del túnel.

Para no destripar la historia, no puede decir si es humana o replicante, ¿verdad?

Correcto, pero en la película se cuenta algo muy importante, que posiblemente la única diferencia entre replicantes y humanos es la forma en la que llegan al mundo y nada más. Tienen las mismas emociones, sentimientos, sueños, ganas de vivir. Algunos replicantes muestran incluso más compasión y empatía que los propios humanos. Todos los personajes son tan ricos y tienen tantos colores que ponerles la etiqueta de replicante o humano sería una explicación un poco simplona.

¿Qué ha supuesto para usted estar al lado de figuras como Gosling y Harrison Ford?

Ha sido una experiencia increíble en muchos sentidos. Ha habido momentos de nervios, de incredulidad, de pensar qué hacía ahí y sentirme insegura, pero también momentos de mucha inspiración y de mucha emoción, de sentirme muy orgullosa. Fueron cinco meses de rodaje en los que aprendí mucho, tanto de Ryan y Harrison como de trabajar con Denis.

¿Nunca se sintió abrumada por estar al lado de ellos?

La verdad es que nunca he sido muy mitómana, honestamente. Sí hay esta emoción de estar trabajando con alguien con tanta experiencia, tanto talento y años de carrera, gente que llevas viendo en el cine durante años. Cuesta acostumbrarse. A mí me costó como una semana tener a Ryan delante y estar haciendo escenas con él, pero luego dicen "acción" y estás trabajando. Estamos todos haciendo lo mismo, creando algo.

¿Cómo era ese trabajo?

Genial. Tuvimos muchísimo tiempo para rodar esta película. Había escenas que tardábamos tres días en rodarla. Eso es un lujo. Tener la oportunidad de rodar una escena, irte a casa, dormir, pensar en eso y poder volver al día siguiente y perfeccionarlo o arreglarlo o ir totalmente en otra dirección.... Es un proceso muy artesanal. Denis es ese tipo de director, hace un cine de autor que va al corazón de lo que importa, de la historia y de los personajes. Fue bien bonito.

¿Recuerda la primera vez que vio la Blade Runner original?

No entendí nada cuando la vi, la verdad. La vi cuando tenía más o menos 9 o 10 años y me acuerdo que visualmente era una cosa como muy impactante, pero no entendí nada. Incluso de mayor, cuando la volví a ver, la tuve que ver varias veces para llegar a entender algo, porque es mucho a procesar. Y es una película que te hace sentir incómodo, sobre todo porque da miedo, es un reflejo de nuestra sociedad, del futuro y te hace plantearte muchas cosas. Por eso es tan icónica.

¿Esta nueva transmite esa mismas inquietudes?

Sí. Esta película expande esa idea y ese mensaje que tenía la Blade Runner original. Denis lo lleva mucho más allá.

¿Cree que nos aproximamos a una realidad similar a la de Blade Runner?

Sí, yo pienso que sí. Blade Runner fue una película casi premonitoria. Ya Ridley Scott, que es un genio, y Hampton Fancher lo veían venir. Y de pronto hoy en día, ese futuro que ellos decían ya no es un futuro, lo estamos viendo. No tenemos carros volando pero humanamente sí estamos bastante cerca de perder un poco nuestra identidad, que es de lo que va la película.

¿A qué se refiere?

Todos los personajes están buscando su identidad, se sienten perdidos porque no pueden conectar con algo que le dé sentido a su existencia. Actualmente estamos tan preocupados por conectar con otras cosas que nos estamos olvidando un poco de lo que significa el amor, la empatía, la compasión, todas estas cosas que al final son las que nos definen como humano. Blade Runner explicaba todo eso, este medioambiente insostenible, la superpoblación, el racismo, la diferencia de clases, muros que se levantan en países, la incapacidad de la gente de entenderse y de comunicarse.

¿Cómo son los personajes femeninos en la película?

Hay cuatro personajes femeninos importantes en la película. Ya en las películas de Denis ves que es un director al que le importan mucho los personajes femeninos. En esta película, cada mujer tiene un propósito y un rol fundamental. Yo creo que son como las pequeñas piedritas que hay en medio de las grandes, son como el link que une los hechos más importantes de la película. Y son mujeres todas, de una manera u otra, que tienen un propósito y un objetivo y lo sacrifican todo por ello.

¿Cómo fue la construcción de su personaje?

Fue un proceso. Denis no es un director que ensaye físicamente, pero sí tuvimos muchas horas de sentarnos en una mesa Ryan, Denis y yo e ir escena por escena y hablar de los personajes. A mí me gustó mucho estar involucrada desde el principio junto con Denis en todo el proceso de vestuario –los colores, las telas que íbamos a usar–, el maquillaje, peluquería... Fue bien interesante ver cómo todos los departamentos trabajamos juntos. Muy divertido.

Dijo una vez que algunos se sorprenderían viéndola en este papel.

Quizás lo dije por el hecho obvio de ser una actriz cubana haciendo una película como esta, que eso no significa que se haya roto ninguna barrera. Eso significa que Denis está más pendiente de encontrar a la persona adecuada para ese personaje que de los estereotipos y tabús y de la gente diciéndole lo que tiene que hacer.

¿Aún hay muchas barreras?

Una golondrina no hace primavera. Yo creo que está habiendo cambios, y es gracias a todas las mujeres que hay ahora mismo en Hollywood, y aquí en España, y actrices de todo el mundo que están protestando y están exigiendo unos derechos, unas condiciones. Pero hay una realidad: para empezar, no se escriben casi personajes femeninos, y aún menos de otras culturas.

Pero este papel sí supone un antes y un después en su carrera, ¿no?

Por supuesto. Sí, sí, sí, o eso espero, pero Hollywood es una industria que lleva funcionando así muchísimos años y las cosas no se cambian de un día para otro. Quizás esto será mi granito de arena para romper un poco los esquemas y que amplíen su visión y su manera de ver las cosas. Se trata de aceptación en realidad, pero tenemos que seguir, es una cosa constante. Todavía hoy en día lo noto. Tienen dudas culturalmente. Es un problema de ignorancia. No solamente Hollywood, en todos los países. La gente no se entiende cuando no se conoce. Hay que viajar, hay que conocer otros países, otras culturas, hay que entender. Si la gente se entendiese, la mayoría de los problemas del mundo se acabarían.

¿Usted se siente bien acogida en Hollywood?

Yo me siento lo más integrada que quiero estar. Hay una parte de mí que no quiere integrarse. Porque es una cultura muy diferente y yo hay cosas mías que quiero conservar. Y me he dado cuenta, después de varios momentos de frustración por pensar que no encajo, de que encajo no encajando, porque nunca voy a poder competir con una estadounidense, porque no se puede.

Es importante que personajes que no hayan sido escritos para una latina los haya convencido para que sean actuados por una latina y que poco a poco eso vaya cambiando la mecánica, pero toma tiempo. Pero sí, me siento muy bien recibida. Toma tiempo, la gente tiene que conocer tú trabajo. Y en EE UU no solamente importa cómo lo haces sino también quién eres como persona y cómo te comportas, cuán profesional eres. Están apostando por ti, son producciones que cuestan muchísimo dinero, no se andan con tonterías y necesitan tener gente que trabaje duro, que responda.

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