La primera línea que guía la acción diocesana del nuevo curso es desarrollar "una Iglesia de puertas abiertas y en salida, dentro de una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría y esperanza", ha asegurado monseñor Jiménez Zamora, al tiempo que ha destacado la necesidad de "salir de las comodidades y huir de la rutina para lograr en Zaragoza y Aragón la nueva primavera de la que habla el papa Francisco".

Por otro lado, el encuentro ha servido para exponer las Unidades Pastorales, un instrumento de comunión para la misión al servicio de las personas, especialmente de las más necesitadas. "Debemos caminar juntos, en un clima de responsabilidad y amor apasionado a esta Iglesia que peregrina en nuestra tierra, con el objetivo de renovar la sociedad a la luz del Evangelio", ha precisado el arzobispo.

PROCESO PARTICIPATIVO

La nueva programación es fruto de un proceso de consulta muy amplio, abierto a todo el mundo, también a los no creyentes, a través de Internet, que durante los últimos meses ha recogido opiniones y sugerencias para enriquecer las líneas pastorales.

De esta forma, los propios ciudadanos han tenido un lugar destacado en la elaboración del plan, que mantiene la necesidad de acercarse al tejido social de Aragón para seguir construyendo un mundo más justo y solidario.