Según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla, la marea naranja de corredores salió del Paseo de las Delicias a las 22,00 horas y el cierre de la meta se produjo a las 23,30 sin incidencias, y se ha vuelto a encontrar marcada "por el buen ambiente y el ánimo de los competidores", como ha destacado el delegado de Deportes, David Guevara, quien ha remarcado que "los deportistas y el público toman Sevilla durante una noche para disfrutar de la mejor ciudad para hacer deporte en general y para correr en particular".

El delegado asistió a la salida de la carrera que dio Curro, la mascota de la Expo 92, ya que esta edición de la KH-7 Carrea Nocturna del Guadalquivir se ha encuadrado como uno más de los acontecimientos que se han desarrollado con motivo del 25 aniversario de su celebración.

El crecimiento de corredores con respecto a ediciones anteriores ha sido significativo gracias al aumento de la cuota femenina, que ha alcanzado el 35 por ciento, y de los participantes en categorías adaptadas, como es el caso de las handbikes o los carros de fuego.

El ritmo ha sido similar al de años anteriores gracias a las medidas que se han mantenido para favorecer la fluidez de la prueba, como han sido la salida por cajones o el retranqueo de la salida, que se ha vuelto a extender como sucedió el año pasado para mejorar la accesibilidad. Este punto en concreto ha sido el que ha vivido un ambiente más colorido gracias a la animación que han vivido los corredores con música y stands de diferentes patrocinadores.

También ha vuelto a resultar un éxito la iniciativa de abrir el paso subterráneo de Arjona por las vías laterales impidiendo que se formase un tapón.

En la organización de la prueba han participado además 150 agentes de la Policía Local y más de 60 voluntarios que han coordinado un plan especial, con 27 trabajadores y 11 máquinas, diseñado para minimizar el impacto en el tráfico.

Igualmente, desde primera hora de la tarde, Lipasam ha desarrollado un plan especial de limpieza que ha actuado preferentemente en la línea de salida y llegada, así como en la zona de avituallamiento, que no se han abierto al tráfico hasta minimizar el impacto del paso de los corredores.