España entra finalmente en el proyecto Galileo, sumándose así al acuerdo de los otros 26 estados miembros de la Unión Europea sobre el futuro sistema de navegación por satélite. Lo hará después de que se haya aceptado que se cree un centro de control en suelo español, según fuentes diplomáticas.

En un principio, los ministros de Transportes de la UE pactaron este jueves cómo se organizarán los trabajos para poner en marcha el sistema de navegación por satélite Galileo con el rechazo de España, que en principio no iba a tener el centro de control que reclamaba. La falta de unanimidad podía bloquear el acuerdo.

Desacuerdo inicial

La presidencia portuguesa de la UE había anunciado, tras una negociación que duró cerca de diez horas, la consecución de un acuerdo para desarrollar Galileo, que se suma al logrado la semana pasada para su financiación y que pone "punto final", en su opinión, a las perturbaciones que han sacudido el proyecto.

Pero el secretario general de Transportes, Fernando Palao, dejó claro que, para España, es inaceptable la fórmula que había propuesto la presidencia, que condicionaba la implantación en España de un centro de control de operaciones de la red de satélites igual a los ya fijados en Alemania e Italia.

Peligraba la unanimidad

Palao hizo hincapié en que el texto no podía salir adelante sin unanimidad -los servicios jurídicos del Consejo de la UE habían dicho que bastaba con la mayoría cualificada- y consideró "lamentable" que un proyecto tan importante nazca sin el consenso de todos los Estados miembros.

España se había fijado como objetivo en esta negociación obtener un compromiso de que contará en su territorio con un centro de control plenamente operativo en 2013, con el objetivo de que las empresas españolas puedan competir en igualdad de condiciones con las de otros países, explicó Palao al término de la reunión.

Según el reparto actual, España ya tiene un centro de supervisión, en Madrid, pero con una capacidad técnica limitada, al contrario que los ubicados en Alemania e Italia, y su objetivo, finalmente alcanzado, era aumentar su capacidad para equipararlo a los otros dos a partir de 2013, cuando está previsto iniciar el despliegue de los satélites.