Son de fácil colocación, aportan calidez, valor estético y aislamiento térmico y acústico. Son las alfombras, un elemento que puede convertirse en la mejor tarjeta de presentación para tu casa.

Remarcar un área, unir elementos o crear un punto focal dentro de un ambiente son algunas de sus funciones más habituales. Se puede colocar una alfombra debajo de un grupo de sillones, muebles o un juego de mesa y lograr un área visual definida, sin necesidad de paredes u otros elementos que la delimiten.

Cuando se quieren combinar con otros elementos, como las paredes o los tapizados, hay que tener claro que no todos pueden ser los protagonistas. Si el suelo es muy vistoso, el resto debe ser sobrio, y viceversa. Cuando el espacio es pequeño, la mejor solución es elegir alfombras sencillas de colores muy claros para ampliar ópticamente el espacio.