Qué dice el trasero de nuestra salud

Nuestro trasero puede dar más pistas de la salud de las que crees.
Nuestro trasero puede dar más pistas de la salud de las que crees.
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Nuestro trasero puede dar más pistas de la salud de las que crees.

Si ya hemos comprobado que el tamaño de los testículos y la vagina pueden decir mucho acerca de nuestros problemas de salud, toca ahora atender a otra parte del cuerpo que pasa desapercibida desde el punto de vista médico siempre que no haya problemas de hemorroides o foliculitis, pero que tiene mucho que decir sobre la salud: nuestro trasero.

Siempre visto desde el lado del atractivo humano, estamos ante una parte del cuerpo que, aparte de ser útil en el estudio de la evolución humana y de cómo el ser humano ha logrado caminar erguido, puede dar muchas pistas sobre cuestiones de salud.

Diabetes y salud del corazón

Un estudio de la Universidad de Oxford encontró una estrecha correlación entre la forma del trasero de una mujer y su riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas. Se ha observado durante mucho tiempo que la distribución general de una persona de la grasa corporal es un gran indicador de su salud, pero toda la grasa no se distribuye por igual. Por ejemplo, la grasa extra en el área del pecho puede ser más peligrosa debido a su proximidad al corazón, ya que aumenta el riesgo de ataques al corazón.

En nuestros glúteos se ha encontrado que esto puede ser al revés, beneficioso. La grasa corporal en zonas bajas del cuerpo (glúteos, caderas, muslos...) atrapa ácidos grasos y proporciona protección contra ciertos problemas de salud. "Si esos ácidos grasos se almacenan en otros órganos como el hígado o las arterias, esto te hace propenso a desarrollar diabetes y enfermedades del corazón", explica el doctor Konstantinos Manolopoulos a LiveScience.

Sin embargo, Manolopoulos aclara que en el caso de las mujeres tampoco puede decirse que acumular grasa en el trasero no es siempre un signo de buena noticia ya que están genéticamente predispuestas a ello, al igual que les ocurre en la cara posterior de los bíceps. De manera que señala que la grasa hay que controlarla médicamente en edades concretas como las de la menopausia, ya que el aumento de peso generalizado sí puede ser un factor de riesgo y llevar a las enfermedades aquí mencionadas.

Pérdida de fuerza muscular

Unos glúteos excesivamente fláccidos o un culo caído puede ser síntoma de poco desarrollo muscular y esto puede acabar teniendo efectos en la espalda y los pies.

Los dolores crónicos de espalda puede estar asociados a una musculatura débil en la zona de los glúteos. Por otro lado, si uno siente la zona de las caderas más pesada de lo habitual, esto puede deberse a un problema en los pies y en la musculatura de las piernas.

Todo esto se puede corregir con ejercicio físico.

Hemorroides y foliculitis: ¿cuándo preocuparse?

Dos de los problemas más habituales relacionados con esta zona de nuestro cuerpos son las molestas hemorroides y las foliculitis. Ambos presentan episodios de leve sangrado. El primero no conlleva riesgo alguno y en muy raras ocasiones tiene complicaciones y requiere atención médica más allá de un remedio que alivie la molestia. En el segundo caso, en las zonas de vello, puede llevar a la aparición de sinus pilonidales que necesitan de cirugía para ser extirpados.

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