Es el primer caso en la provincia en el que se pide prisión para los padres por no obligar a su hija a acudir a clase. Una pareja de Bujalance se enfrenta hoy en los tribunales a la pena de ocho meses de cárcel que pide el Ministerio Fiscal por un supuesto delito de abandono de menores, ya que su hija faltaba injustificadamente a clase, e incluso no fue inscrita en ningún centro durante el curso 2005/2006, pese a no superar la edad estipulada de escolarización obligatoria.

Se trata del primer caso en la provincia donde se pide penas de cárcel a los progenitores por consentir el absentismo escolar de sus vástagos.

Según apunta el fiscal en su escrito, los padres eran conscientes de que su hija no iba a clase y que no estaba escolarizada en ningún centro. Afirma que «adoptaron una actitud de total pasividad y despreocupación». También los acusa de no cumplir sus obligaciones como padres, ya que debieron preocuparse por dar a su hija una educación.