El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha cancelado una charla que tenía prevista en la Universidad de Harvard por la contratación de la exsoldado Chelsea Manning, la primera gran fuente de WikiLeaks, como profesora visitante en esa institución.

Pompeo ha explicado su decisión en una carta que remitida este jueves a la universidad en la que califica a Manning de "traidora" a la patria, según recogen medios estadounidenses.

"Manning se opone a todo lo que representan los hombres y mujeres valientes con los que trabajo", ha dicho Pompeo, que fue estudiante de Derecho en la Universidad de Harvard en los años noventa.

El director de la CIA ha dicho sentirse "entristecido" por la decisión de Harvard, que calificó de "vergonzosa".

El fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, ha compartido a través de su perfil de Twitter la carta completa que Pompeo ha enviado a Harvard para anunciar que no pronunciará su charla.

La Universidad de Harvard contrató a Manning, que es una mujer transgénero, como profesora invitada para el curso 2017-18 para comentar "cuestiones de identidad de la comunidad homosexual y transexual" en las Fuerzas Armadas de EE UU.

Además de Pompeo, la decisión de contratar a Manning también ha provocado la dimisión como profesor de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard del exdirector en funciones de la CIA entre 2012 y 2013, Michael Morell.

"Desafortunadamente, no puedo formar parte de una organización que honra a un criminal convicto y que filtró información clasificada", apuntó Morell, quien precisó que si defiende el derecho de los militares transgenero de servir en las Fuerzas Armadas.

Manning, de 29 años, recobró su libertad en mayo tras pasar siete años en la cárcel, una quinta parte de la pena que le había sido impuesta, gracias al perdón presidencial que le otorgó en enero de este año Barack Obama (2009-2017).

Como analista de inteligencia militar, Manning filtró en 2010 al portal WikiLeaks miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán, así como cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense