Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, a mediodía del lunes se estableció un dispositivo de vigilancia en torno a un bar de Sestao ya que las últimas investigaciones llevadas a cabo apuntaban a que se podrían estar llevando a cabo actividades "no acordes con un negocio de hostelería, relacionadas con el consumo y venta de sustancias estupefacientes".

Sobre la una de la tarde, los agentes observaron que accedía al local un cliente y salía poco después sin haber podido tomar consumición alguna, por lo que procedieron a interceptar su marcha.

Los ertzainas hallaron un envoltorio con una sustancia en polvo en poder del sospechoso, que reconoció que se trataba de cocaína y que la había adquirido en este establecimiento. Ante esta situación, los agentes entraron en el bar para identificar a su responsable y realizar una inspección.

Los policías encontraron, en la zona de la cocina y ocultas dentro de un servilletero, 16 envoltorios con cocaína similares al incautado en el exterior, además de una roca de la misma sustancia de unos 10 gramos.

También hallaron escondidos junto a una caja registradora varios fragmentos de hachís de diferentes tamaños preparados para la venta y una balanza de precisión. Asimismo, se incautaron en el lugar cuarenta paquetes de tabaco de contrabando y "una considerable cantidad" de dinero.

Por ello, el varón que regentaba el local fue detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y después trasladado a dependencias policías, para realizar los trámites pertinentes, antes de ser puesto a disposición judicial.