El presidente del Gobierno asturiano, Javier Fernández, ha defendido este martes la idea de un patriotismo "constitucional", que ha contrapuesto al que se basa en una historia "casi siempre falsa".

Fernández ha hablado de patriotismo actual en su discurso con motivo de la apertura del curso académico de la Universidad de Oviedo. En su opinión, el patriotismo de hoy no puede ser el que "pone el sentimiento de pertenencia a una comunicad histórica o cultural por encima de la lealtad debida a la nación de ciudadanos como titular de la soberanía política".

Ha dicho que ese patriotismo constitucional, que "compite con el que apela al corazón, a la esencia, al alma forjada a lo largo de una historia casi siempre mítica, telúrica y falsa, necesita compensar su menor carga emocional con un mayor esfuerzo de reflexión, de argumentación racional".

El patriotismo que ha defendido Fernández "no impide tener distintas visiones de España, pero exige una única visión del Estado como comunidad jurídico política de iguales".

Ese patriotismo "Constitucional", según Fernández, renuncia como "factor de soldadura política" a la comunidad "romántica" de origen y la sustituye por una comunidad de ciudadanos que comparten las mismas instituciones.

FINANCIACIÓN

En el discurso, Javier Fernández también ha hablado del debate acerca del nuevo modelo de financiación autonómica y ha advertido que si el nuevo sistema convierte las diferencias culturales, institucionales, de renta y riqueza en diferentes derechos económicos o sociales "se estaría afectando al corazón mismo del sistema democrático".

Fernández ha señalado que hay una independencia formal entre autogobierno y solidaridad y que el compromiso entre ambos puede hacerse al nivel que resulte políticamente satisfactorio en cada caso. Por último, ha señalado que la prestación de los servicios públicos ha de garantizarse de manera equivalente.

En la propia propuesta de la comisión de expertos sobre la reforma de la financiación autonómica, incluidos los votos particulares, Fernández detecta las "tensiones" que subyacen en el modelo territorial español.

"La definición de los mecanismos de cohesión social no sólo refleja diferencias de carácter político y social, sino la existencia de nacionalismos interiores, que es, sin duda, el más genuino hecho diferencial del federalismo español", ha dicho.