Una vara de hierro le atravesó la cabeza y le dejó clavado al respaldo de la silla. Pero seguía vivo. Intentó deslizar su propia cabeza por el fragmento de metal que la atravesaba para liberarse, pero tampoco le pasó nada.
Y es que, a sus 18 años, Manish Rajpurohit podría decir perfectamente que tiene un ángel de la guarda. El autobús en el que viajaba este adolescente indio sufrió un violento accidente de tráfico en el estado indio de Andra Pradesh. Un fragmento de metal le atravesó el cráneo de arriba abajo sin dañarle el cerebro y quedándose a milímetros de su columna vertebral.
Varias horas de viaje hasta el hospital
Pero con la llegada de los equipos de salvamento la pesadilla no terminó: después de un viaje de una hora hasta el hospital más próximo, los doctores le dijeron que no podían hacer nada por él. Que debía ir a otro hospital.
Dicho y hecho, la ambulancia puso rumbo hacia el oeste del país, hacia el vecino estado de Karnataka, para llegar al hospital de Bangalore, donde finalmente le trataron. con un fragmento de metal atravesándole completamente el cráneo. Fueron más de tres horas adicionales de viaje.
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