La canciller alemana, Angela Merkel, fue recibida este viernes de nuevo con abucheos por manifestantes ultraderechistas, que lanzaron varios tomates contra su auto de camino a un mitin electoral en Wolgast, ciudad del este de Alemania donde los radicales son una fuerza emergente.

Los manifestantes se habían apostado en la entrada del pabellón donde se había programado el acto y reprodujeron los gritos de "Hau ab" -"Vete"- y demás consignas hostiles que se han estado escuchando en otros mítines electorales, como el celebrado el pasado miércoles en Torgau(este), en medio de atronadores abucheos.

Un día antes, en Heidelberg (sur), un espectador lanzó varios tomates contra la canciller, uno de los cuales le salpicó el traje.

Wolgast es una ciudad del "Land" de Mecklenburgo-Antepomerania, el estado federado donde la canciller pasó su infancia y donde tiene su distrito electoral.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) es una fuerza en auge en toda esa región, donde moviliza a sus simpatizantes para unirse a sus protestas.

Hasta ahora la mayoría de los mítines de Merkel se han celebrado al aire libre, pero para el de Wolgast la dirección de la CDU decidió trasladarlo a un pabellón cerrado.

Las protestas contra Merkel han ido en aumento en esta fase de la campaña para las elecciones generales del 24 de septiembre, en que la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) aspira a la reelección para un cuarto mandato y en la que es clara favorita en las encuestas.

En una entrevista difundida esta semana, la líder de la CDU y canciller subrayó que el derecho de reunión es un pilar de la libertad y aseguró que seguirá con sus actos de campaña en lugares donde no es recibida "amablemente".

"Muchas personas que no participan en esos conciertos de silbatos y coros de gritos necesitan aliento para seguir mostrando coraje civil y para enfrentarse al odio", manifestó en una entrevista con el grupo mediático RedaktionsNetzwerk Deutschland.