La propuesta ha recibido el apoyo de la nueva línea de ayudas creada por el Departamento de Cultura del Consell este 2017 para promover proyectos de creación de artistas plásticos y visuales, según ha informado la Institución este viernes en un comunicado.
Asimismo, la obra consta de cinco cilindros de un metro de altura, construidos cada uno con telas metálicas paralelas y entre ellas un relleno de envases de plástico de todos los colores y formas. Tres de ellos se encuentran elevados y dos situados en el suelo del patio, como si se tratase de "un falso laberinto".
"Estos cilindros configuran una amenazante espada de Damocles. Este abuso de todo tipo de plásticos provoca una insoportable cantidad de desechos que dañan la naturaleza. Muchos de estos residuos terminan en el mar y una vez desmenuzados serán ingeridos por los peces. Esta atomización de plásticos residuales probablemente terminen en nuestra cocina y nuestro plato", ha declarado Lacomba.
Se trata, pues, de una instalación que va más allá de ser una expresión artística e incluye un carácter de denuncia y protesta, siguiendo la línea de otros montajes que el artista ha ido creando a lo largo de los últimos años.
Por último, el vicepresidente primero y consejero ejecutivo de Cultura, Patrimonio y Deportes, Francisco Miralles, ha explicado que han iniciado "una nueva manera de ayudar a la creación artística" y que buscan "una relación directa para hacer posible proyectos creativos y que estos sean expuestos a los municipios de Mallorca".
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